Mascotas

Perros desahuciados: Repunta el abandono de animales domésticos

Una de las causas es la subida de los alquileres, que provocan más desalojos y obligan a las familias a cambiar de vivienda

Un hombre cuida de su perro en la playa de la Barceloneta. Foto: Shooting
Un hombre cuida de su perro en la playa de la Barceloneta. Foto: Shootinglarazon

Una de las causas es la subida de los alquileres, que provocan más desalojos y obligan a las familias a cambiar de vivienda. En 2017, 138.000 gatos y perros acabaron en la calle.

Los ochenta dejaron series como «Verano Azul», la movida madrileña, los primeros videojuegos y la revolución sexual. Los anuncios entraron en las casas de los españoles para adentrarnos a una época de consumismo desenfrenado. Nos vendían «muñecas de Famosa», «donetes» para hacer amigos, cuerpos «Danone» y chicos de escándalo que bebían «Coca-cola light». Pero hay un anuncio que sin entrar en esta batalla por vender, pasó a los anales de la historia. Su lema era «Él nunca lo haría» . Fue una campaña contra el abandono animal de la Fundación Affinity. La imagen de un perro observando como sus antiguos dueños se alejan hizo llorar a miles de españoles. Pero pese a concienciar a muchos, España sigue siendo el país de Europa en el que más animales se abandonan. Si bien, la tasa de abandono descendió en 2016 y 2017, nuevos datos indican un preocupante repunte.

Según Affinity, el año pasado más de 138 mil gatos y perros fueron abandonados, lo que supuso el fin de esta leve tendencia a la baja. Para la fundación es un dato «desalentador». Los números hablan por si solos. Cerca de 17 de cada 1000 perros y 10 de cada 1000 gatos que viven en España entraron el año pasado en refugios y protectoras. Cabe recalcar que a estos animales se les debería añadir, sin poder llevar a cabo un recuento exacto, aquellos que una vez abandonados pierden la vida.

Las camadas no deseadas son la primera causa que lleva a un perro o un gato a un refugio para animales. La segunda causa son las dificultades económicas.

Los desahucios y la imposibilidad de hacer frente al pago de un alquiler son nuevas variables en la ecuación del abandono animal. Desde el 1 de octubre de 2017 hasta el 28 de febrero del presente año, la protectora de Barcelona realizó un estudio para poder identificar las causas de abandono de animales. Tras cuatro meses se identificó la subida de abandono por desahucios. El encargado de la Liga para la protección de animales y plantas de Barcelona, Enric Solé, explicó que «la situación económica de los últimos años ha cambiado la imagen que proyectó la campaña de Affinity». «El perro ya no mira a la familia que se pierde en la carretera, ahora es abandonado por una familia que se ha quedado sin hogar», añadió.

Desgraciadamente, en Cataluña, los últimos datos ofrecidos acerca de abandono animal datan de 2015. En estos dos años, la tendencia ha cambiado, pero no parece ser un tema prioritario hoy en día para el ejecutivo catalán. Las actuaciones contra el abandono animal se llevan a cabo, generalmente, desde iniciativas municipales como la promovida por el Ayuntamiento de Barcelona. Esta campaña pretendía fomentar las adopciones con distintas estatuas de perros repartidas por la ciudad. En Barcelona, el año pasado, solamente el Centro de Acogida de Animales de Compañía (CAACB) atendió 1.400 animales abandonados, 760 perros y 660 gatos.

La falta de datos oficiales desde hace más de dos años es, para la Fundación Affinty, muy mala noticia, más cuando el problema parece volver a tomar relevancia. Los animales abandonados pueden suponer un problema para la salud pública. Sin control médico ni legal vagando por las calles podrían ser focos de infecciones o enfermedades. Esta falta de información por parte del Govern compromete el trabajo de las protectoras y su mantenimiento. Para Affinity el abandono: «Es un problema que requiere la máxima colaboración de todos los agentes implicados».

Entre los perros y gatos que acogieron las protectoras el año pasado, solamente el 43.5% fueron adoptados por una nueva familia. El 17% de los animales se había perdido y pudieron ser devueltos a sus propietarios gracias al microchip. El 9% no tuvieron la misma suerte y fueron sacrificados por causas médicas.