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Vivienda

«Piso de 50 metros cuadrados a compartir entre nueve personas: 700 euros al mes»

Cáritas denuncia alquileres de infraviviendas que ponen al descubierto un mercado sin escrúpulos

Los vecinos de Barcelona dedican más de la mitad de sus ingresos a vivienda, no deberían superar el 33%
Los vecinos de Barcelona dedican más de la mitad de sus ingresos a vivienda, no deberían superar el 33%larazon

Que un propietario cobre 700 euros al mes por un piso de apenas 50 metros cuadrados es fruto de la ley de la oferta y la demanda que en Barcelona da resultados asombrosos como este.

Que un propietario cobre 700 euros al mes por un piso de apenas 50 metros cuadrados es fruto de la ley de la oferta y la demanda que en Barcelona da resultados asombrosos como este . Pero que cobre 700 euros por 50 m2 a compartir entre nueve personas con un comedor con una cama hinchable para dos personas más debería estar penalizado. En este piso vive una de las personas que atiende Cáritas Diocesana de Barcelona, que acaba de cumplir 75 años «al servicio de los más vulnerables». Cuando nació, Cáritas estaba centrada en la atención sanitaria, quería crear pequeños ambulatorios adscritos a las parroquias. En este tiempo, ha atendido a más de un millón y medio de personas. Pero ahora, lo que más le preocupa es «la vivienda», asegura su director, Salvador Busquets. El 36% de los vecinos de los 27 municipios que forman la Diócesis de Barcelona vive en un hogar «inseguro» o «inadecuado», según la encuesta Integración y Necesidades Sociales elaborado por la Fundación Foessa para Cáritas.

Este tanto por ciento se traduce en 950.000 personas viviendo en habitaciones realquiladas, hacinadas, en situaciones de insalubridad, asentamientos informales o bien, a punto de ser desahuciadas. Como la familia de Pepa y Octavi, que hace un año y medio ocuparon un piso en el barrio de Sant Antoni y ayer evitaron ser desahuciados sin orden judicial del número 59 de la calle Comte Borrell, donde conviven pisos de renta antigua con cuatro ocupados por familias que no pueden pagar el alquiler.

En Barcelona, los vecinos destinan, de media, un 53% de su sueldo a pagar la vivienda. Desde el Observatorio Metropolitano de la Vivienda, Carme Trilla, señala que esta cifra no debería superar el 33%. Los españoles dedican de media el 42% de sus ingresos a pagar el piso, mientras que en Europa esta cifra desciende al 15%. Claro que mientras que en España sólo hay un 2% de vivienda pública, en Europa, esta cifra supera de media el 16%.

La oferta del piso de 50m2 a compartir entre nueve personas es sólo uno de los anuncios del irónico boletín inmobiliario que ha publicado Cáritas en el marco de la campaña #laviviendaeslallave. Hay más. Como una habitación de 10 metros cuadrados para cuatro personas, en la que no se aceptan menores en un piso a compartir con 5 personas más y la posibilidad de tener que abandonarlo de un día a otro por 500 euros al mes. O un local comercial sín cédula de habitabilidad, en el que no se firma contrato ni se deja empadronar y además se obliga a sus inquilinos a limpiar la escalera una vez por semana por 250 euros al mes.

En viviendas como estas ha vivido Tania, una madre soltera con una niña que con sólo 3 años de vida ha pasado por 10 pisos –juntas, han dormido en sofás, con desconocidos, han dejado una habitación de un día para otro–. O Alba, que vive en un piso de 50m2 con once familiares. Son los rostros que hay tras los números, esas una de cada tres personas de la Diócesis de Barcelona que viven en infraviviendas.