Cataluña
Puigdemont contacta con «todos» los grupos para salvar la cuestión de confianza
Munté admite «diálogo» con la CUP pero evita dar la fecha de la cumbre con los anticapitalistas, socio preferente tras no renunciar a la secesión
Munté admite «diálogo» con la CUP pero evita dar la fecha de la cumbre con los anticapitalistas, socio preferente tras no renunciar a la secesión.
Los acontecimientos de la última semana, la votación en sede parlamentaria de las conclusiones de la comisión del proceso constituyente que visibilizó una cámara dividida en dos bloques, el soberanista y el resto, no ha alterado la negociación de la cuestión de confianza. La portavoz del Govern, Neus Munté, confirmó ayer que en los últimos días ha habido «diálogo y contactos» con «todos» los grupos y subrayó el «todos» para abordar la moción a la que el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, se someterá el próximo 28 de septiembre.
La CUP había pedido cita al president para analizar la cuestión de confianza la última semana de julio, pero la votación de las conclusiones de la comisión de estudio del proceso constituyente, que abre la vía unilateral para avanzar hacia la independencia, centró toda la atención. La cuestión de confianza quedó en un segundo plano, pese a que la CUP dio la murga a Puigdemont el fin de semana con que quería negociar. En una entrevista a Europa Press, el diputado antisistema, Benet Salellas, aprovechó que el Govern estaba más pendiente de Madrid, las advertencias del Gobierno del PP y la reacción del Tribunal Constitucional al desafío soberanista, para exponer sus condiciones para salvar a Puigdemont. Al margen de separar el debate de los presupuestos de 2017, exigió al president de la Generalitat que convoque el referéndum unilateral de independencia ante de un año.
La conclusiones de la comisión del proceso constituyente, que avalaron Junts pel Sí y la CUP abren las puertas a vías unilaterales para culminar la independencia, pero no concreta cuáles. Para la CUP esta vía es un referéndum unilateral de independencia (RUI), una propuesta que también avala ERC, pero que no todo el mundo ve con buenos ojos en la nueva Convergència.
La respuesta de Puigdemont a las exigencias de la CUP fue inmediata. Antes de poner condiciones, pidió a los anticapitalistas que demuestren que son leales al pueblo de Cataluña. Era una petición velada para que salven su cuestión de confianza.
Al fin y al cabo, pese a que el president de la Generalitat tiene «contactos» con «todos» los grupos, sin un cambio de rumbo en su hoja de ruta, no tiene otro socio para salvar la cuestión de confianza que la CUP.
En la inauguración del Firagost de Valls, Puigdemont reiteró su apuesta por seguir adelante con la hoja de ruta soberanista. Tras recibir el aviso del TC sobre las consecuencias, incluso penales, de mantener la desobediencia replicó que «lo que está realmente suspendido es la democracia».
✕
Accede a tu cuenta para comentar