Cataluña

Puigdemont desprecia la oferta de Rajoy para mejorar la financiación

El president dice que es «cínico» poner sobre la mesa un modelo de ingresos que está «caducado desde hace tres años».

Puigdemont inauguró ayer el nuevo edificio del Instituto Lluís de Requesens, en Molins de Rei (Barcelona).
Puigdemont inauguró ayer el nuevo edificio del Instituto Lluís de Requesens, en Molins de Rei (Barcelona).larazon

El president dice que es «cínico» poner sobre la mesa un modelo de ingresos que está «caducado desde hace tres años».

El sistema de financiación de Cataluña no servirá para mejorar las relaciones entre el Gobierno y la Generalitat, condenadas, aparentemente, a seguir enrocadas durante los próximas años. Pocas horas después de que Mariano Rajoy ofreciera ayer en el Congreso, durante el debate de investidura, abrir una negociación para poner al día los ingresos de las comunidades, Carles Puigdemont optó por rechazar cualquier tipo de complicidad.

«Es del género cínico ofrecer como un tipo de concesión lo que es una obligación suya desde hace casi tres años. Esto no es tan siquiera un acuerdo político, sino una obligación que tenía el sistema político de haber cambiado el modelo de financiación, que el 1 de enero del año que viene hará tres años que está caducado. Esto no augura nada bueno», afirmó el presidente de la Generalitat desde Molins de Rei (Barcelona), donde inauguró un instituto.

El sistema de financiación centró durante años las reclamaciones de la Generalitat e incluso fue la gran bandera de Artur Mas a su llegada al gobierno catalán. Pero los nacionalistas, que exigían un modelo similar al del País Vasco y Navarro, desistieron al cabo de poco tiempo de esta reivindicación, abriendo paso a la agenda indepedentista.

Hoy la Generalitat se niega a liderar cualquier tipo de negociación relacionada con la financiación autonómica. «Nosotros ya hemos dicho lo que haríamos: acompañar a todas las comunidades que tengan interés en mejorar. Saben que pueden contar con nuestra solidaridad y apoyo», explicó Puigdemont. Exigió, eso sí, resarcir a la Generalitat «con las cantidades que hemos dejado de percibir estos años».

En todo caso, la aspiración del president era que Rajoy se prestara a una negociación de tú a tú con el Govern para posibilitar el derecho a decidir en Cataluña. «El presidente del Gobierno tendría que proponer soluciones a la altura de esta trascendencia que le atorga», afirmó.

A la vista de que Rajoy no tiene previsto dar ningún paso en la línea de permitir la autodeterminación de Cataluña y de los pactos que se perfilan en el Congreso, Puigdemont pronosticó «una etapa de bloqueo y de colapso institucional».

Entrevista en Moncloa

A pesar de estos augurios, el presidente de la Generalitat tiene decidido llamar a Rajoy para felicitarlo después de investidura (el sábado, si no hay sorpresas) y pedirle una entrevista un poco más adelante. «Esperaré a pedirle una reunión cuando forme gobierno y cuando tengamos claro cuál es su plan de gobierno», aclaró Puigdemont.