Parlament de Cataluña

Rodillo separatista para reformar el reglamento del Parlament

JxSí y la CUP ignoran las enmiendas de la oposición y pretenden llevar la norma al pleno del 14 de junio

El presidente de JxSí, Jordi Turull y el portavoz, Roger Torrent
El presidente de JxSí, Jordi Turull y el portavoz, Roger Torrentlarazon

JxSí y la CUP ignoran las enmiendas de la oposición y pretenden llevar la norma al pleno del 14 de junio.

A lo largo de los cinco años de «procés», el independentismo ha empuñado la bandera de la «democracia» –con el lema acuñado de «esto va de democracia»– para categorizar su causa y legitimar sus avances. Si bien, el tramo final de esta aventura rupturista ha revelado actitudes contrarias a este espíritu. La mayoría que forman Junts pel Sí y la CUP en el Parlament ha pasado su rodillo por encima de la oposición para blindar el «procés» sin reparos: si hace dos semanas bloqueaba inéditamente la comisión de investigación nada más nacer, ayer mostró su rechazo a la mayoría de enmiendas que plantearon los demás grupos en la reforma del reglamento del Parlament.

En la ponencia que redacta la modificación de la norma del hemiciclo para aprobar las leyes de desconexión por lectura única y habilitar el Parlament la segunda quincena de agosto para tramitar iniciativas, la coalición formada por ERC y PDeCAT y la izquierda anticapitalista se mostraron infranqueables a las enmiendas de la oposición y aceleraron el paso para tener redactado el informe el jueves. La premura del calendario –el plazo máximo para celebrar el referéndum es septiembre–, obliga a a los independentistas a intensificar el ritmo, que pretenden que la reforma pueda llegar al pleno del 14 de junio. Hasta entonces, una vez sea aprobado el informe, se elevará a la Comisión del Reglamento para que apruebe el dictamen correspondiente. No obstante, la votación definitiva del reglamento en el pleno se vería retrasada un mes si dos grupos piden un informe al Consejo de Garantías.

La actitud de la mayoría separatista en el Parlament ha encolerizado a la oposición de forma unánime. El portavoz de Catalunya Sí Que Es Pot, Joan Coscubiela, lamentó que el trámite por lectura única permita, incluso, la aprobación de normativas tan importantes como el Estatuto, y consideró que de acabar fructificando, «el Parlament verá degrada su calidad democrática». Además, explicó que solicitó un informe a los letrados del Parlament sobre la reforma, pero la Mesa de la Comisión lo rechazó.

El portavoz del PP, Alejandro Fernández, cuyo grupo fue el único que no presentó enmiendas porque considería «ser partícipe del menosprecio a las instituciones», juzgó esta modificación del reglamento como una «atentado contra la democracia». «No caeremos en el juego del independentismo totalitario», aseguró. La portavoz del PSC, Eva Granados, censuró el «menosprecio» a la oposición de Junts pel Sí y la CUP, y el diputado de C’s, afirmó que la reforma «salta la normalidad democrática».