Barcelona
Salud investiga si el diagnóstico de la niña de Blanes fue el correcto
Ingresó con un cuadro de cetoacidosis diabética y murió horas despues de manera fulminante.
Ingresó con un cuadro de cetoacidosis diabética y murió horas despues de manera fulminante.
El fallecimiento de una niña de ocho años en el hospital comarcal de Blanes (Gerona) mientras esperaba una ambulancia para un traslado interhospitalario ha causado una tremenda conmoción en la localidad. Los vecinos se concentraron ayer en el barrio donde hasta hace poco residía la familia de la menor para expresar su indignación por el fatal desenlace y la falta de recursos sanitarios en la comarca por los recortes de la Generalitat. Entre los asistentes se encontraba la abuela de Julieta, la niña fallecida, quien entre lágrimas se preguntaba qué pudo fallar.
Julieta ingresó en el hospital de Blanes a las 2.30 de la madrugada con un diagnóstico de cetoacidosis diabética, tras varios días con fiebre. Aunque es un cuadro grave y podría suponer el debut de la niña en la diabetes, en general y con el tratamiento adecuado, los pacientes se recuperan. Los facultativos del hospital, una vez estabilizaron a la pequeña decidieron trasladarla a la UCI del hospital Trueta de Girona y pidieron una ambulancia pediátrica a las 5.52, según indica la conselleria de Salud. Pero media hora antes de que llegara el vehículo, el estado de la pequeña se agravó rápidamente y acabó falleciendo.
Ahora se investiga si el diagnóstico inicial fue el correcto. Ocurre que el cuadro clínico de la cetoacedosis diabética provoca síntomas que también aparecen en otras situaciones graves, como la sepsis. Apuntan que podría haberla desencadenado una infección por gérmenes comunes como el estafilococo, que si bien provoca por regla general síntomas leves, en otros niños puede desencadenar un fallo multiorgánico.
A la espera de determinar si el diagnóstico fue el adecuado, también se está tratando de averiguar por qué la ambulancia tardó más de dos horas en llegar. En toda Cataluña operan dos ambulancias pediátricas y ambas tienen su centro operativo en Barcelona, una en el Vall d’Hebron y la otra en el Sant Joan de Dèu. El vehículo que debió trasladar a la pequeña salió desde el Vall d’Hebron y tardó dos horas y media en llegar, cuando lo normal es que ese trayecto no se supere los 40 minutos. Los sindicatos, por su parte, dan otra versión y aseguran que la ambulancia no tardó dos horas, sino cuatro.
La abuela de Julieta, arropada por los vecinos, no paraba de repetir por qué se retrasó tanto y si no se pudo haber traladado a su nieta en una UCI móvil convencional. Declaró, que los padres de la pequeña « están destrozados» y que no comprenden qué pudo ocurrir, puesto que «tanto Julieta como sus hermanos nunca han padecido más enfermedad que resfriados».
Los ciudadanos de Blanes criticaron «el desmantelamiento» progresivo que sufre el hospital comarcal. Aseguran sentirse «abandonados» su suerte , porque los centros de asistencia primaria de la localidad cierran sus urgencias por la noche y en el hospital «no quedan más que cuatro enfermeras y un médico que debe dar servicio a ocho problaciones». Hay que tener en cuenta que en 2011, el Govern se eliminó en este centro los servicios de obstetricia y ginecología, y se recortó el servicio de pediatría y los traslados hospitalarios.
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