Sant Joan de Déu cura una deformidad infantil mediante una endoscopia

Últimamente la sanidad catalana se está destacando por técicas innovadoras y pioneras, y el Hospital de Sant Joan de Déu no es la excepción. Un equipo del servicio de cirugía ortopédica y traumatología del centro utilizó, por primera vez en el mundo, la endoscopia para desplazar el omóplato a un niño de cinco años que nació con este hueso del lado derecho a la altura del cuello.

En un comunicado, el centro destacó que se trata de una técnica mínimamente invasiva, con la que el equipo liderado por los doctores Jorge Knörr y Francisco Soldado consiguió descender la escápula más de diez centímetros. La nueva técnica consiste en hacer dos pequeñas incisiones en la espalda del paciente –una por encima del omóplato y otra por debajo– para acceder al hueso, liberar la musculatura que lo fija y poderlo desplazar la ubicación correcta.

Cirugía abierta

Hasta ahora esta intervención se hacía con cirugía abierta, lo que implicaba efectuar una incisión de gran tamaño desde la nuca hasta la columna torácica. Con la endoscopia, se busca reducir el riesgo de infecciones, prevenir complicaciones y facilitar la recuperación del paciente, además de causar un menor perjuicio estético. El niño intervenido, de cinco años, sufría la deformidad de Sprenguel, una enfermedad congénita rara que se produce durante el desarrollo embrionario y que hace que el omóplato no descienda al lugar donde le correspondería, sino que se queda situado en una posición normalmente alta respecto al tórax y el cuello del niño.

Esta malformación sólo puede ser corregida quirúrgicamente y provoca, además de un problema estético, un déficit de movilidad en los brazos.El centro pertenece a la Orden Hospitalaria Sant Joan de Déu y atiende cada año más de 120.000 urgencias, 25.000 ingresos y 200.000 visitas, combinando la última tecnología con una asistencia personalizada basada en sus valores de hospitalidad y solidaridad.

Este centro se encuentra en plena era de novedadas y mejoras. Una de las más importantes ocurrió en julio, cuando se amplió el hospital de día. Atiende a más de 1.600 niños, que reciben el tratamiento que necesiten sin tener que ser ingresados.

El gerente del centro, Manel del Castillo, subrayó la adaptación a las necesidades de los niños. «Desde aquí podrán ver el mar, como aterrizan los aviones, tendrán intimidad y también podrán jugar. Aunque vienen a recibir un tratamiento, queremos que se sientan niños», aseguró.