Tilda Swinton inaugura el Festival de Sitges

Las zonas más macabras de la danza han abierto el Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges. Tanto «Suspiria», el remake del clásico de Darío Argento, protagonizado por Dakota Johnson y Tilda Swinton, como «Climax», la nueva carga de profundidad de Gaspar Noé, están protagonizados por bailarines. Ninguno de los dos atrajo unánimamente a la crítica, pero sí consiguieron sus adeptos.

La primera jornada sirvió para homenajear a la actriz británica Tilda Swinton, que en «Suspiria» interpreta a una cruel profesora de danza en una academia perturbadora. La intérprete recibió el Gran Premio Honorífico del certamen y lo hizo muy agradecida y con grandes dosis de emoción. «Es un día muy especial para mí porque mi padre ha muerto esta mañana», afirmó después de haber tenido que cancelar todos sus compromisos anteriores por estas tristes circunstancias. Al subir al escenario, la actriz rompió a llorar emocionada, con el público volcado con la intérprete. «He estado con él la última semana. Él dormía, soñaba y yo estaba allí sentada pensando que qué estaría pensando», relató Swinton, que confesó que dudó en venir a la invitación del festival. «Mi padre se ha ido esta mañana, justo a tiempo. He pensado, ¿acepto el premio? Y me dicho que sí. Sí por la fantasía», aseguró.

Respeto compartido

El cineasta catalán Juan Antonio Bayona fue el encargado de entregar el galardón a la actriz, a la que presentó como la «actriz más camaleónica de la historia», una intérprete, dijo, que «consigue dar un grado de verdad exquisita a sus personajes por muy extremos que sean». Antes de la entrega del premio, el director del festival, Àngel Sala, ensalzó la trayectoria de Swinton como «una de las grandes personalidades de la interpretación en el mundo, y en el mundo fantástico», y dio paso a la avalancha de filmes que están por llegar.