Huelgas

TMB busca un acuerdo «in extremis» que frene la huelga del Metro durante el Mobile

El comité de huelga avisa que las posturas «están aún muy alejadas» a pesar de las nuevas concesiones de la empresa

Colau encara su primer Mobile con una previsible huelga total de metro y otra parcial de autobusesbuses
Colau encara su primer Mobile con una previsible huelga total de metro y otra parcial de autobusesbuseslarazon

A menos de 24 horas de la celebración del mayor evento económico del año, la huelga de Metro convocada para el lunes y el miércoles, primer y tercer día del Mobile Congress, sigue en el aire. Después de que el viernes la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, fracasara en la mediación con los sindicatos de TMB para desencallar la situación, el Govern ayer decidió intervenir para buscar un acuerdo «in extremis». Hacia las cuatro de la tarde, varios representantes de la empresa se reunieron con el comité de huelga en la Secretaria de Ocupación de la Generalitat, que ejerció como mediadora de las negociaciones.

Por parte de TMB, acudieron su director de recursos humanos, Jaume Tintoré, su consejero delegado, Enric Cañas, así como el director de la red de Metro, Marc Grau. Las pitadas que sufrieron por parte de unos 60 trabajadores que esperaban a pie de calle el resultado de las conversaciones, ya vaticinaba la tensión de las entrevistas. El portavoz del comité de huelga, Óscar Sánchez, celebró la asistencia de los directivos, que «por primera vez se han presentado a una reunión», aunque no se lo puso nada fácil al decirles que su presencia «no es garantía de nada».

Al fin, después de tres horas, TMB lanzó una nueva propuesta, que llegó contra todo pronóstico, ya que Colau advirtió que no se modificaría la oferta inicial. Sin embargo, fue considerada del todo «insuficiente» por la plantilla.

No obstante, ésta no quiso zanjar la negociación y en un último esfuerzo presentó sobre la mesa una contraoferta para evitar la huelga. Sánchez reconoció que esta proposición está «bastante alejada» del ofrecimiento de TMB y que las posturas están todavía lejos de coindidir en algún punto, aunque, al cierre de esta edición, las conversaciones seguían abiertas en la Secretaría de Ocupación de la Generalitat.

De todas formas, aunque se atisbara un pacto, los miembros del comité de empresa advierten que sería muy difícil desconvocar la huelga del lunes. Primero tendrían quesconvocar a contrarreloj una asamblea y reunir en ella a más de 3.700 empleados para que refrende el preacuerdo.

Reconocen que los 100.000 visitantes que se esperan para el congreso podrían haber disfrutado de la L9, tan reclamada por los organizadores del MWC, si se hubieran tenido antes en cuenta sus reivindicaciones. Alegan que llevan desde octubre pidiendo mejoras salariales y un nuevo convenio que defienda los contratos indefinidos. Y que hasta ahora, sólo se les ha concedido un aumento del 1 por ciento del sueldo sin especificar «qué base utilizarán para hacerlo», y contratos a tiempo completo sólo para 250 de los 600 trabajadores que tienen una jornada temporal.

La huelga del suburbano no será la única zancadilla al transporte público con la que deberán enfrentarse los vecinos de Barcelona y los asistentes al Mobile. Los trabajadores de los autobuses metropolitanos también han convocado dos jornadas de huelga parcial (martes y jueves) con unas afectaciones al servicio de dos horas por turno.

Todo un reto para el ejecutivo de Colau, que encara su primer MWC con el viento en contra. Para evitar el pánico, el viernes aseguró que la ciudad «está preparada» puesto que el gobierno municipal ha trazado un plan B para garantizar la movilidad de todos los asistentes al congreso.