Teatro
Tom Sawyer, estrella millenial
El Poliorama recupera un musical basado en el mítico personaje creado por Mark Twain.
Se acercan los carnavales y, aunque parezca mentira, el disfraz de Tom Sawyer será uno de los más reclamados para todo adolescente y preadolescente que se precie. Lo fue en 1876, y en 1902, y en 1934, y en 1966, y después en 1981, y también en 1999, y por supuesto en 2005 y en este 2019. La fascinación por el personaje creado por Mark Twain es de rápido contagio y pasa de generación en generación, como los malos hábitos. ¿Van a ir todos los niños de la generación Z y los jovencitos millenials, tan chulos ellos, como Tom Sawyer? Claro, es imposible que no lo hagan. Por supuesto, no nos referimos a que irán vestidos con un sombrero de paja mal calado, una camisa blanca manchada de barro, tirantes de franela y pantalones cortos de tela tejana. Sino que Mark Twain es sinónimo a tener doce años y todos los niños van disfrazados de Mark Twain siempre.
La demostración de la vigencia del personaje es que si alguien va hoy a cualquier librería encontrará hasta 68 ediciones diferentes de sus obras, de «Las aventuras de Tom Sawyer» a «Tom Sawyer detective». Las hay ediciones infantiles, con muy medidos tijeretazos a palabras o situaciones de difícil comprensión para los niños sobreprotegidos de hoy, como ediciones de lujo para sesudos académicos. Tanto da, porque es imposible quitarle el alma a un personaje que es todos los niños de todos los tiempos.
Por supuesto, un personaje así no podía pasar desapercibido por los medios audiovisuales. Existen hasta 21 películas o series de televisión basadas en Tom Sawyer. Las hay tan conocidas como la serie de dibujos de 1980 dirigida por el japonés Akira Miyazaki, tristemanete fallecido hace pocos meses. Las hay imposibles de ver, como versiones checas o una película tailandesa. De nuevo, por mucho que cambien el atrezzo o la anécdota, es imposible escapar de la esencia del personaje, que lo invade absolutamente todo. Si Tom Hanks hubiese bautizado a su pelota de voleiball Tom Sawyer, lo hubiese pasado mucho mejor.
Además, se han contabilizado 183 episodios de series que en principio no tenían nada que ver con el personaje que han utilizado sus aventuras como eje o excusa narrativa. Por lo demás, no se entenderían series como «Strangest things» sin las aventuras creadas por Twain, y todas las pandillas de «Cuenta conmigo» a «Exploradores» o «E.T.» surgen directamente de Sawyer, tal y como han reconocido lectores asiduos de Twain como Spielberg o Stephen King..
El cómic, el teatro, los videojuegos, todos se han apreciado del personaje. El último caso es la comedia musical. El Teatro Poliorama acoge ahora las mañanas del domingo la obra «Tom Sawyer detectiu», un musical en que Sawyer y su amigo Huck jugarán a ser detectives hasta que el juego empiece a ser demasiado real. Producción de la compañía Lazzigags, la obra está dirigida por Miguel Agell, que se encarga de la adaptación. Sawyer es aquí encarnado a la perfección por Bittor Fernández, mientras Huck es Marc Udina. Las canciones amplifican todo lo que convierte a Sawyer en personaje icónico y proyectan una alegría y excitación que es como leer «Las aventuras de Tom Sawyer» dando palmas todo el rato.
Un hito entre escritores
Y, por supuesto, se preparan nuevas aventuras en todo tipo de medios y soportes para volver a otorgar nueva vida al personaje. Porque los niños son las nuevas estrellas de la realidad y no hay niño más niño superstar que Sawyer. Encierra algo insólito en la historia de la literatura, no un sujeto concreto, sino una voluntad de ser, por lo que es el personaje eterno, aquel que se reencarna en todas las generaciones. Porque los adultos cambian, sus circunstancias los momifican de forma muy clara y precisa. Un hombre de los 50 no tiene por qué ser reconocible para un hombre del 2019. Sin embargo, los niños no, porque nunca son nada todavía, sólo la voluntad de ser, y ahí radica su magia inmortal. Para todos aquellos que no hayan leído a Tom Sawyer y quieran volver a ser niños por un día, ahí está el camino.
encierra esa necesidadA todos los amantes dcélebre pasando por El personaje creado por Mark Twain en 1876 personajes universales dibujan estadoscomo los termómetros¿Puede un personaje demostrar cómo el ser humano es incapaz de cambiar a la perfección la incapacidad del ser humano el Pepe el Romano de «La casa de Bernarda Alba», ese personaje del que hablan las protagonistas, pero que no aparece en ningún momento sobre el escenario. Ayer era el turno del nuevo responsable del histórico teatro, Juan Carlos Martel Bayod, quien quiere abrir una nueva etapa, aunque fue inevitable que surgiera el nombre de Pasqual durante su primer encuentro con la prensa.
«El Teatre Lliure no tiene que cambiar de libro, pero sí debe tratar de cerrar un capítulo», aseguró Martel Bayod quien tomará mañana posesión de su cargo, reuniéndose con los comités de empresa y de programación de esta institución teatral barcelonesa. Por todo, el objetivo de la nueva dirección es «un teatro del siglo XXI que ayude a construir Barcelona a partir de la cultura».
Martel comentó lo que serán las líneas generales de un proyecto artístico que desplegará en los próximos cuatro años. Siendo realista, reconoció que no será fácil, aunque «es un reto muy grande y muy bonito refundar el Lliure».
Lo que se encontrará el público del nuevo Lliure será un cambio que definió como «bastante radical», tratando de evitar que el teatro gire artísticamente alrededor de la figura del director. De hecho, Juan Carlos Martel Bayod, al igual que el resto de creadores que pasen por este teatro, no podrá repetir dos años seguidos dentro de la programación. De esta manera, el nuevo responsable del Lliure dirigirá un espectáculo solo en dos ocasiones durante su mandat. La primera será este verano con un montaje que ya estaba programado dentro del Festival Grec en colaboración de Amics de la Gent Gran.
Una de las principales aspiraciones del nuevo director es poder pasar en cuatro años de los 1,7 millones de euros que genera actualmente el teatro a los 3 millones. Para ello serán fundamentales la puesta en marcha de técnicas de marketing y comunicación porque «no podemos depender eternamente del dinero de las administraciones».
Otro punto importante será el de la búsqueda de la «máxima paridad» tanto en la programación como en los equipos artísticos. Se buscará el apoyo anual a al menos un artista nuevo, incidencia en el sistema educativo, repercusión comunitaria, montajes libres a nivel ideológico e idiomático y criterios de calidad, transparencia e inclusión social. También se contará con una serie de comités, como unoa escuela de pensamiento formada por Marina Garcés y Albert Lladó.
¿Podrá volver Lluís Pasqual al escenario del Lliure? Martel Bayod aseguró que «en este teatro no se ha vetado a nadie». El destino de Pasqual, de todas formas, ahora será Málaga.
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