Atentado en Barcelona

Torra alimenta la teoría de la conspiración el 17-A

Politiza el aniversario de los atentados. El presidente de la Generalitat aprovecha el homenaje para elogiar a Puigdemont y se olvida de las víctimas

En la imagen, Quim Torra, Ada Colau y Teresa Cunillera, en la ofrenda floral del homenaje por los atentados en La Rambla / Adrián Quiroga-Shooting
En la imagen, Quim Torra, Ada Colau y Teresa Cunillera, en la ofrenda floral del homenaje por los atentados en La Rambla / Adrián Quiroga-Shootinglarazon

Politiza el aniversario de los atentados. El presidente de la Generalitat aprovecha el homenaje para elogiar a Puigdemont y se olvida de las víctimas.

Bajo un calor sofocante, Barcelona acogió ayer dos actos en recuerdo de los atentados yihadistas del 17 de agosto de 2017, que provocaron un total de 15 fallecidos y 120 heridos en La Rambla, cuando una furgoneta arrolló todo lo que estaba a su paso. Se trataron de dos homenajes de perfil bajo, tranquilos, aunque más tarde llegaron las inevitables polémicas políticas.

El primer acto tuvo lugar en exactamente en el sitio donde se paró la furgoneta del yihadista, que luego consiguió escapar. Con una importante afluencia, estuvieron presentes el president de la Generalitat, Quim Torra; la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; el presidente del Parlamento catalán, Roger Torrent; el ministro del Interior Fernando–Grande Marlaska, y también el máximo responsable de Seguridad del Ayuntamiento, Albert Batlle, muy presente estos días por el motivo de que ha habido ocho homicidios en seis semanas. Torra aprovechó luego para politizar el acto.

El acto fue sobrio y emotivo, esta vez sin la presencia del Rey y del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que sufrieron abucheos el año pasado. Acompañadas de las víctimas, pusieron una ofrenda de flores en el citado sitio. No hubo ningún tipo de parlamento o discurso. Cabe destacar que asistieron el secretario general del PP en Cataluña, Daniel Serrano, y la líder de Cs, Lorena Roldán en Cataluña.

Poco más tarde, tuvo lugar el acto protagonizado por la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas (Acvot), presidido por su presidente, José Vargas, que recordó básicamente que las víctimas del terrorismo no pueden caer en el olvido. Estuvo acompañado por una importante afluencia de público, y por miembros de PP, Cs y Vox. No asistió nadie de ningún partido independentista ni de la Generalitat.

Tras los actos, hubo multitud de reacciones políticas. Por ejemplo, Carles Puigdemont, que era el presidente de la Generalitat en esos momentos, pidió que se dedique el «mismo esfuerzo» que se destina a «tapar las evidencias de una investigación periodística» sobre la vinculación del imán de Ripoll con el CNI, a permitir que se abra una comisión parlamentaria donde se hable «sin secretos de estado ni materia reservada».

También escribió Torra en Twitter, quien recordó la labor de Puigdemont, y del ahora encarcelado Joaquim Forn, que en ese momento era el consejero de Interior, e incluso del entonces mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero, también procesado. En definitiva, tal y como también denunció Serrano del PP, Torra alimentó la «teoría de la conspiración» sobre los atentados del 17–A.