El desafío independentista

Torra flirtea con la ilegalidad

El president asegura que el “único límite” que se marca el Govern es el “respeto a la voluntad popular” justo 24 horas después del apoyo de JxCat a una ILP que planteaba una DUI

Una imagen de Quim Torra, presidente de la Generalitar
Una imagen de Quim Torra, presidente de la Generalitarlarazon

El president asegura que el “único límite” que se marca el Govern es el “respeto a la voluntad popular” justo 24 horas después del apoyo de JxCat a una ILP que planteaba una DUI

En un momento en que el independentismo ha activado su maquinaria para dar una respuesta a una hipotética sentencia condenatoria, Quim Torra ha vuelto a flirtear con el desafío a la legalidad. Durante la sesión de control y tras una pregunta del líder del PSC, Miquel Iceta, al respecto, el president se ha remitido a la “voluntad popular” como “único límite” a sus acciones.

“Este es un Govern que respeta la voluntad popular y este es el camino a seguir”, ha afirmado esta mañana. “Creemos que se debe respetar la voluntad del pueblo y siempre se le debe dar voz a la ciudadanía”, ha agregado el president. Iceta le había reclamado previamente que se “comprometa a actuar siempre en el marco de la Ley”, 24 horas después de que JxCat se mostrara favorable a tramitar una Iniciativa Legislativa Popular que proponía una declaración unilateral de independencia (DUI). La ILP decayó finalmente gracias al veto de ERC.

Justo ahora, Torra ha emprendido una ronda de contactos con entidades y partidos separatistas para fraguar un consenso sobre cómo replicar a una sentencia condenatoria. La divergencia de criterios entre las diferentes voces del independentismo es amplia y evidente -la ANC o la CUP apuestan por la unilateralidad, mientras que ERC aboga por una respuesta que obtenga el máximo grado de complicidad de toda la sociedad catalana-.

En este sentido, el president todavía no ha querido mostrar sus preferencias a la espera de concluir los contactos -previsto para finales de julio-, aunque durante los últimos días se ha alineado con las palabras que Jordi Cuixart pronunció durante su alegato final en el Tribunal Supremo: “Lo volveremos a hacer”. Aunque todavía no ha habido grandes concreciones, lo cierto es que el horizonte judicial -con la sentencia prevista para octubre- alimenta de nuevo los desafíos del independentismo.

El president, lejos de los tímidos gestos que ha hecho ERC en pro del retorno de las empresas, ha mostrado indiferencia hacia todas las compañías que huyeron tras el referéndum ilegal del 1-O, en línea con la postura que está marcando el nuevo presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Joan Canadell. De hecho, Torra ha asegurado que “no habrá incentivos fiscales” para todas esas empresas. “Aquí nadie pisoteará los derechos”, ha argumentado, tras una pregunta de la diputada de C’s, Lorena Roldán, que también ha acusado a Torra de “no hacer nada para revertir la situación”.