Barcelona

«Tuve más problemas con las instituciones que con los presos»

Una trabajadora social de la Modelo relata a LA RAZÓN sus experiencias y se muestra crítica con la falta del proyecto para las cárceles de la Zona Franca

Los funcionarios se han distribuido por otros centros penitenciarios, mientras la emblemática cárcel va quedando prácticamente vacía.
Los funcionarios se han distribuido por otros centros penitenciarios, mientras la emblemática cárcel va quedando prácticamente vacía.larazon

Una trabajadora social de la Modelo relata a LA RAZÓN sus experiencias y se muestra crítica con la falta del proyecto para las cárceles de la Zona Franca

Como cárcel, la Modelo ya es historia, desde el jueves. Todos sus funcionarios fueron trasladados a otros centros penitenciarios. El propio conseller de Justicia, Carles Mundó, aseguró durante la clausura que todos los empleados de la administración pública que trabajaban en la histórica cárcel barcelonesa conservarían su puesto de trabajo, y así ha sucedido, pese a los nuevos inconvenientes con los que se encuentran, sobre todo lo referente al transporte a los nuevos puestos laborales, fuera de Barcelona.

TRATO CON PRESOS

LA RAZÓN se puso en contacto con una asistenta social que ha trabajado durante catorce años en la Modelo, y ahora está en un centro de jóvenes. Prefiere quedar en el anonimato, y que no salga su nombre en el texto. Su labor consistía, entre muchas otras cosas, en tratar con los presos, con sus familias, especialmente en lo referente a su posible reinserción laboral, en la sociedad.

«Me dedicaba a la atención a los internos, y también con sus familias». ¿Y cuál era el objetivo?. Pues «buscar vínculos con su puesta en libertad, de cara a la salida de la cárcel». Tal y como insisten siempre desde el departamento de Justicia y los servicios penitenciarios, la principal intención es la reinserción laboral.

La trabajadora social sí que tuvo algunos problemas a lo largo de estos años, normal teniendo en cuenta que se trataba de trato con presos. «Me encontré con internos alterados, a los que tuve que echar fuera», relata, antes de añadir que, pese a que el trato «casi siempre fue respetuoso, algunos internos se enfadaban».

La funcionaria sorprende al señalar que «tuve más problemas siempre con las instituciones que con los presos». Se refiere a la dirección general de Servicios Penitenciarios y al mismo centro carcelario. Se trata de trabas burocráticas, del funcionamiento en el día a día.

«Básicamente lo que hacía eran reuniones por historias personales, sobre todo para tratar con las familias de los internos». Añade la trabajadora social que lo más importante en sus funciones era «el trabajo de contención» sobre los presos, «potenciar los vínculos» con las familias y la sociedad. No ha vuelto tener relación alguna con los reos tratados, excepto en escasísimas ocasiones.

Respecto al cierre de la emblemática Modelo, dice que es «doloroso», y que lo que muchos funcionarios esperaban era un nuevo centro en la Zona Franca, proyecto que sigue en el aire.

De momento, trabaja ahora en un centro de jóvenes, donde asegura que todo es muy diferente, pero echa de menos el proyecto penitenciario en la Zona Franca.

Tras anunciar el cierre de la Modelo, el Ayuntamiento y el Consorcio de la Zona Franca (CZFB) acordaron las permutas de terrenos donde se construirá la nueva prisión. Estará dividida en dos parcelas, valoradas en 18 millones de euros: una de 20.000 metros cuadrados situada en la calle E –que acogerá un centro de régimen ordinario– y otra de 6.500 metros cuadrados en el número 109 de la calle A, donde se implantará un centro de régimen abierto.

En la misma línea de esta testigo, varios decenas de funcionarios de prisiones se manifestaron este mismo año ante la conselleria de Justícia para protestar contra el cierre de la Modelo, previsto para el próximo mes de junio. Con petos amarillos con la frase «La Model no es tanca sense la Zona Franca» (en alusión a los dos nuevos centros penitenciarios que en teoría se han de construir para sustituir a la Modelo). Los sindicatos insisten en que una «decisión política» no puede «hipotecar» el futuro de los trabajadores.

En definitiva, y pese a que seguramente habrá más protestas sindicales, teniendo en cuenta que en la Modelo trabajaban cerca de medio millar de funcionarios, la conselleria les ha redistribuido por diversos centros penitenciarios. Actualmente hay unos 4.600 funcionarios de prisiones en toda Cataluña, en los diez centros que hay.