Historia

Barcelona

Último adiós a Martí de Riquer

Familiares y amigos de la familia dan el pésame al historiador Borja de Riquer, hijo del filólogo y humanista Martín de Riquer
Familiares y amigos de la familia dan el pésame al historiador Borja de Riquer, hijo del filólogo y humanista Martín de Riquerlarazon

El filólogo, medievalista y académico Martí de Riquer, considerado como la principal autoridad mundial en «Don Quijote de la Mancha, fue despedido ayer en Barcelona por familiares, amigos y representantes del mundo.

El funeral en memoria de Riquer, quien falleció el pasado martes a los 99 años, tuvo lugar en el Tanatorio de Les Corts de Barcelona con la audición de «Veles e vents», el popular tema del cantautor valenciano Raimon que versionó el poema homónimo de Ausiàs March.

En la ceremonia religiosa, que se desarrolló en gran parte en latín, siguiendo la antigua liturgia que tanto gustaba a Martín de Riquer, el párroco, amigo del filólogo, apuntó que el maestro «nos enseñó una manera de actuar, fue amable con todos» y además «ha dejado sus libros y su saber esparcido entre mucha gente». Su hijo, el historiador Borja de Riquer, cerró el acto diciendo que su padre fue un hombre que «disfrutaba con su trabajo y supo además transmitir su entusiasmo a alumnos y colegas». En nombre de la familia, Borja de Riquer agradeció «las numerosas muestras de reconocimiento hacia su obra y de estimación hacia su persona». «Fue feliz y supo hacer felices a todos los que le rodeaban, entre ellos la gran familia que creó, seis hijos, once nietos y siete biznietos», aseguró el hijo del fallecido.

El canto gregoriano que sonó en el ecuador de la ceremonia evocó aquellos mundos medievales de tiempos de los trovadores que tanto frecuentó Riquer en sus investigaciones, pero uno de los momentos más emotivos se produjo cuando gran parte de los asistentes entonaron la canción popular catalana «Virolai».

En el auditorio se encontraban algunas personas públicas como los consellers de Cultura y de Economía, Ferran Mascarell y Andreu Mas-Colell, respectivamente; el conde de Godó, Javier de Godó; el presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Miquel Valls; el líder de ICV, Joan Herrera; o los editores Jaume Vallcorba, Hans Meinke, Eliseu Climent y Pere Vicens.

También quisieron acompañarle algunos discípulos y colegas de la Universidad, como los también académicos Francisco Rico y Pere Gimferrer, la socióloga Marina Subirats, la catedrática de Ética Victoria Camps, o la medievalista Victoria Cirlot.

Francisco Rico, discípulo cervantino de Riquer, guarda un recuerdo de su maestro como alguien «siempre feliz», que daba lecciones y que «seguramente nadie vivió, enseñó y trabajó mejor que él».

En declaraciones a la prensa, Borja de Riquer remarcó que su padre «pertenece a una generación marcada por la Guerra Civil española y que prácticamente se ha extinguido, pues ya quedan pocas personas vivas de más de 90 años, intelectuales humanísticos, interdisciplinares y con tanta sabiduría global como Miquel Batllori o Jaume Vicens».

En el recordatorio, dos textos ilustraron esa gran cultura global de sabios como el desaparecido Martí de Riquer: un fragmento de «Los trabajos de Persiles y Segismunda» de su admirado Miguel de Cervantes y unos versos del poema «Més ellà dels sentits» de Ricard Permanyer.