Sucesos

Un arsenal a la venta

La Policía Nacional detiene a un hombre que comercializaba armas antiguas

Un puñal de las SS
Un puñal de las SSlarazon

La Policía Nacional ha detenido a un falso anticuario de El Vendrell (Tarragona), que tenía un auténtico arsenal en su casa, unas armas que vendía en ferias de antigüedades y a clientes especializados. Según explicaron fuentes policiales, el hombre tiene 60 años, es de nacionalidad española, y fue arrestado junto a dos mujeres, una de ellas su actual pareja, y, la otra, una ex novia de origen suizo. La vivienda estaba absolutamente repleta de armas, 242 en total.

Las mismas fuentes policiales señalaron que el arsenal hallado en la casa del detenido es más que impactante. Se intervinieron 23 pistolas, 16 revólveres, seis granadas de mano, 20 fusiles, cuatro escopetas, un rifle, quince espadas, 73 bayonetas, catorce espadines, siete sables, 43 navajas y 19 machetes, y una enorme cantidad de munición. Todo estaba escondido en un falso techo de la vivienda, y sin tomar ningún tipo de precaución. Las granadas proceden de la Guerra Civil y de la II Segunda Guerra Mundial, por lo que eran susceptibles de explotar en cualquier momento. «Estaban en perfecto estado», destacó el inspector Juan Carlos Cerón.

Armas del nazismo

Entre los objetos intervenidos de más valor figuran un puñal del cuerpo nazi de las SS, pistolas que también son de la Guerra Civil, un subfusil valorado en más de 4.000 euros y pequeñas pistolas que fueron utilizadas por prostitutas a principios del siglo XIX (se podían esconder en ligas y sujetadores). Este tipo de armas están muy bien valoradas en según qué circuitos de anticuarios.

El detenido no tenía ninguna licencia, por lo que está acusado de tenencia ilícita de armas, munición y explosivos. Su método era trasladarse a todo tipo de eventos de anticuarios de España, con su furgoneta repleta de armas escondidas, y fue interceptado por los agentes de la Policía Nacional cuando se dirigía a una feria de antigüedades de Bilbao.

El hombre se hacía pasar por anticuario, pese a que desconocía por completo esta profesión, y vendía armas en las citadas ferias. Si alguien le pedía ver más género, les mostraba el interior de su furgoneta, «decorada» para la ocasión.

Los inspectores encargados del caso destacaron que el detenido no tomaba ninguna medida de precaución en su casa ni controles en sus vendas, por lo que no se descarta que lar armas que vendió llegaran a manos de delincuentes. El arrestado no supo responder a esta cuestión, y tampoco pudo justificar la procedencia de 19.000 euros que tenía en efectivo, ya que se trata de un simple pensionista, y no tenía ningún papel que especificara el origen de este dinero. En la vivienda, de tres plantas, había incluso falsos techos y un zulo, que aprovechaba para esconder su arsenal de armas.

El arrestado había habilitado en los últimos años los falsos techos y el zulo, que había tapado con un cuadro sin valor. En estos espacios escondía parte de las armas, que en su mayor parte procedían de Suiza, y la munición, muy abundante. Nadie en el vecindario sospechaba que estaba viviendo a escasos metros de un arsenal tan importante, un auténtico polvorín en casa.