Un espacio que busca ofrecer felicidad a los clientes con el arroz como gran protagonista

En el restaurante Maná 75, que cuenta con el mayor lineal de paelleros de Europa, todo está pensado al detalle para ofrecer placer al comensal

En un enclave privilegiado, en el barrio de la Barceloneta, a escasos metros del mar, existe un lugar en el que aislarse del ritmo de vida de la ciudad, un espacio que garantiza calma y disfrute, un establecimiento que ha sido bautizado como Maná 75.

«Este restaurante es como un regalo caído del cielo, algo inesperado, de ahí que se llame Maná, y el número 75 es porque corresponde a la temperatura en la que se prepara el caldo para las paellas». explica el propietario del establecimiento, Pablo Tendera, quien revela que el espacio ha sido pensado y diseñado teniendo en cuenta el flujo de energías característico del Fen Shui.

Y es que en este establecimiento todo está pensando al detalle para que el cliente pueda disfrutar de una experiencia gratificante y completa. Sus mesas redondas que fomentan la conversación y el concepto de comunidad o tribu, con un foco que ilumina el centro evocando así el calor del hogar; el espacio diáfano; la cocina a la vista para proporcionar al comensal seguridad y ofrecer transparencia y confianza; sus tres paredes acristaladas que garantizan luz natural y, por suspuesto, la apuesta gastronómica buscan proporcionar al cliente felicidad.

En este contexto, Tendera, que se confiesa un apasionado de la cocina mediterránea, ha apostado por las paellas y arroces como especialidad de la casa puesto que éste es un plato «para compartir, para conseguir aliados porque somos animales sociales; el arroz hace el cariño».

El protagonismo que adquiere el arroz en este establecimiento queda patente en el lineal en el que se cocinan los arroces a la vista del comensal, que cuenta con 19 paelleras y una longitud de 20 metros. «Es el mayor lineal de paelleros de Europa», señala el chef Xavi Sender, que en su dia trabajó junto a Martín Berasategui y quien explica que «hacemos 8 clases distintas de arroces, cuatro de los cuales son fijos y otros cuatro más que van variando». Y es que la cocina del Maná 75 es una cocina de producto, en la que la estacionalidad de la materia prima, siempre fresca y del día, es clave. «Manipulamos el producto lo justo y necesario. Cuando la calidad es excepcional respetar el producto es lo mejor», sentencia el chef.

Pero la oferta de este establecimiento va más allá de los arroces. «Es una gastronomía tradicional, con un toque innovador pero sin perder nunca los orígenes», comenta Sender para a continuación hacer hincapié en que «se trata de una cocina y un espacio para compartir. «De hecho, proponemos comer directamente de la paella».

Así pues, lo más habitual es compartir unos entrantes para luego dar paso a los arroces.

Además, el restaurante ofrece un menú ejecutivo que consiste en tres primeros, otros tantos segundos y postres a elegir por 21 euros. «Éste va en la misma línea que la carta y suele incluir siempre una ensalda y en el 80% de las ocasiones también propone un arroz», indica Sender, quien desvela que «tenemos previsto hacer un menú degustación con mardiaje de vinos».

Esporádicamente, la experiencia se completa con música en vivo y además se propone una actividad de team building que consiste en elegir ingredientes y cocinar en la terraza una paella en grupo.

Restaurante Maná 75

Dirección: Paseo Joan de Borbó, 101

Teléfono: 93 832 64 15

Horario: de martes a domingo de 13 a 16 h y de 19.30 a 23.30