Un estudio revela que la unión del tranvía beneficiaría al comercio de la Diagonal

A falta de dos días para que se vote la interconexión en el pleno, el Ayuntamiento defiende que la interconexión incrementaría la facturación de los negocios entre un 3 y un 22 por ciento.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, tiene un durísimo examen este viernes en el pleno. Colau, finalmente, se ha decidido a llevar al pleno la interconexión de los tranvías, o parte de ella, pese a que no cuenta con los apoyos necesarios. Sus esfuerzos, en concreto, van dirigidos a ERC que se ha bajado del carro del tranvía, pese a llevarlo en su programa, para no darle una baza electoral a Colau. La alcaldesa ha puesto toda la carne en el asador. Si hace unos día se publicaba una encuesta en el que la mitad de los barceloneses se mostraba a favor de la interconexión. Ayer le tocaba el turno al comercio. El Instituto Cerdà presentó los resultados de un informe sobre los beneficios del tranvía para la actividad comercial, ya que su facturación crecería entre un 2 y un 22% dependiendo del tramo de la Diagonal.

Bajo el título «La integración del nuevo proyecto del tranvía con el sector del comercio y de los servicios», el estudio encargado por el Ayuntamiento evalúa el impacto que supondría sobre el ámbito comercial la conexión de los trenes por la Diagonal. Como el tranvía supone un incremento de pasajeros, esto se traduciría en un aumento de los clientes potenciales de los comercios. El informe prevé el «efecto escaparate». Es decir, cada día, entre 35.000 y 60.000 viajeros, caminarán por los tramos estudiados. Por lo que muchos de ellos podrían convertirse en clientes potenciales de los comercios de la avenida Diagonal.

Según el estudio, la conexión supondría un incremento del espacio destinado a los peatones. Está prevista una reforma del carril bici, se reduciría la circulación del tráfico privado y, por tanto, habría una menor contaminación atmosférica y acústica. También se ganarían más espacios verdes. De hecho, la nueva zona ajardinada comprendería cerca de 20.000 metros cuadrados.

El director del área de territorio del Instituto Cerdà, Lluís Inglada, explicó que uno de los escollos principales que tiene la unión de los tranvías son las obras. Inglada aseguró que la fase de recuperación económica por los comercios estaría alrededor de entre uno y cuatro años. Más a largo plazo sería cuando se consolidaría el «efecto positivo» de estas obras.

En concreto, Inglada destacó que el aumento de la facturación de los comercios se calcula que será del 2% en el tramo entre la Plaza Francesc Macià y el Paseo de Gràcia, y de un 3% entre Paseo de Gràcia y la calle Sardenya, ya que ambos tienen una actividad comercial más consolidada y el primer tramo «ya funciona como eje comercial». En cambio, el estudio prevé un aumento del 22% en el eje que une la calle Sardenya con Badajoz, un incremento que Inglada atribuyó a «un comercio que ahora es prácticamente inexistente en la zona». De hecho, este último tramo cuenta con más de un 27% de los locales inactivos, que se reverterían.