Museos
Una mirada de 1902
El Museo Picasso expone «Mujer con chal azul»
Por unas semanas, el Museo Picasso de Barcelona cuenta con un nuevo óleo del maestro que da nombre al centro. Es una pieza interesante, procedente del Museum of Art de Nagoya (Japón), que fue pintada en la capital catalana cuando Pablo Picasso se encontraba inmerso en plena época azul. Podrá verse en esta institución desde hoy y hasta el próximo 14 de diciembre.
A cambio de esta cesión temporal de la obra por parte del museo japonés, el Museo Picasso participa con los dibujos «Un sabio» (1899-1900); Pere Romeu caracterizado de boer y otros croquis (menú de Quatre Gats) (1899-1900); «Sebastià Junyent Sans» (hacia 1903); «Autorretrato» (1896) y «Jaume Sabartés con quevedos» (1901), en la exposición «Picasso: Secrets of a Genius», que tendrá lugar en el museo nipón del 3 de enero al 21 marzo de 2016.
«Mujer con chal azul» fue realizado por el genial artista entre enero y octubre de 1902, en el momento en el que se ha realizado un cambio en su manera de trabajar tras su estancia en París. De allí surge un Picasso alejado de las escenas coloristas de cabarets o de temática taurina para pasar a una aproximación hacia un mundo en el que los protagonistas son gente humilde.
Durante muchos años, este cuadro formó parte de la mismísima colección personal del pintor. En este sentido, cuando la Kunsthaus de Zurich le dedicó a Pablo Picasso la primera exposición en un museo, fue él mismo quien seleccionó el cuadro para que formara parte de la retrospectiva junto con «La vida» y «Azoteas de Barcelona».
A Picasso le había sorprendido, a finales de 1901, el conocer a las mujeres encerradas en la parisina cárcel de Saint-Lazàre, ya estuvieran aisladas o en grupo, con su evidente fragilidad y su sufrimiento. Ellas comenzaron a ser las protagonistas de los cuadros de ese momento, algo que propició también un cambió tanto estilístico como iconográfico. Todo ello acabó traduciéndose en un distanciamiento con Pere Mañach, quien entonces era el marchante del artista. Asimismo volvió a Barcelona iniciándose realmente la época azul, tal y como sostiene John Richardson, biógrafo de Picasso.
Instalado en un nuevo taller, en aquella ocasión en el número 6 de la calle Nou de la Rambla junto con su querido camarada Ángel Fernández de Soto, buscó protagonistas para sus telas en algunas de las mujeres que vivían en el viejo barrio chino que conocía desde sus años de formación en Barcelona. Con Fernández de Soto se dedicará también a visitar algunos de los prostíbulos de la zona, como remarcará en algunos de los dibujos de ese momento y que se conservan en el Museo Picasso de la capital catalana. Es en este tiempo cuando mujeres con un pañuelo, encorvadas o de espaldas comenzaron a aparecer en estas composiciones en las que parece flotar la influencia del Nonell pintor de gitanas y buen amigo suyo. Todo ello con un absorbente tono azul como cromatismo único, casi una obsesión pictórica.
«Mujer con chal azul» sigue esa estela y nos permite contemplar una pieza que, pese a ser realizada en Barcelona, nunca había sido expuesta públicamente aquí.
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