Una nueva forma de interpretar la pizza

En abril de 2014, en el barrio de Sarriá, abrió sus puertas la primera Fermata y esta semana, casi cinco años más tarde, se ha inaugurado la tercera, esta vez en la calle Calvet, prueba del éxito y la gran acogida que ha tenido en Barcelona la nueva fórmula de degustar pizza que esta marca de restauración propone.

En abril de 2014, en el barrio de Sarriá, abrió sus puertas la primera Fermata y esta semana, casi cinco años más tarde, se ha inaugurado la tercera, esta vez en la calle Calvet, prueba del éxito y la gran acogida que ha tenido en Barcelona la nueva fórmula de degustar pizza que esta marca de restauración propone.

«Se trata de pizza al corte, como un tapeo a la italiana», señala uno de sus propietarios, Rafa Soldevila, quien explica que «esta fórmula te permite escoger el tamaño de la pizza que quieres comer, así como combinar diferentes sabores». «El precio va en función del peso», aclara el dueño.

Pero la singularidad de la Fermata no solo radica en su particular forma de servir la pizza, sino también en su forma de elaborarla y concebirla. «Se trata de hacer de un tipo de alimento informal como es la pizza, algo de calidad», explica Elena Soldevila, también socia del negocio, quien apunta que no es lo mismo «comer pizza que comer Fermata». Y es que en este establecimiento la pizza es tratada como un producto casi de lujo. «Dejamos fermentar la masa hasta 48 horas, una masa totalmente artesanal elaborada a partir de harina biológica que manipulamos lo mínimo posible». «La masa ha de tener alveolas en el interior para ser esponjosa y luego, en el horno le damos un toque crujiente a la base», revela Elena.

En cuanto a los productos e ingredientes que completan la oferta son siempre «frescos, los traen a diario nuestros proveedores y nosotros los preparamos al momento; algunos vienen de Italia y otros son locales» comenta Rafa, quien con frecuencia acude al mercado para valorar el producto del momento para, si lo considera adecuado, incluirlo en la oferta. De esta manera, en la carta de la Fermata son siempre fijas las típicas y clásicas pizzas como la margarita o la cuatro quesos, pero además periódicamente añade a su oferta otras más originales y temporales como la de calamar de playa y alcachofa, la de foie o la de rovellons. «Hemos hecho ya más de 200 recetas», destaca Elena para a continuación admitir que «nos gusta ir sorprendiendo al cliente, sobre todo los fines de semana». «La base de la pizza es casi como el plato», añade.

Pero al margen de la pizza, la Fermata también ofrece a sus comensales otros productos elaborados a partir de su masa artesanal, como los bocadillos y croissants, la pizza de nutella o la burg in costra -mini hamburguesa con queso de cabra y cebolla caramelizada-, así como algunas ensaladas. Además, en su servicio de catering, la oferta se amplía con canapés. Y es que más allá de degustar el producto en el establecimiento, la Fermata ofrece a sus clientes la posibilidad de llevárselo a casa, hacer un encargo a domicilio o contratar el catering.

Una imagen fresca

Todo ello contribuye pues a ofrecer una imagen de la pizza como un producto de calidad y no simplemente como ‘fast food’, sin embargo en la Fermata no quieren perder ese carácter informal propio de este tipo de comida. «Se trata de mantener el equilibrio entre la calidad que ofrecemos y la informalidad de una pizza», indica Elena, quien recuerda que «nosotros defendemos que en nuestro local se coma con las manos, aunque siempre ofrecemos cubiertos a quien lo desee». Y en esta línea, desde la Fermata se ha diseñado una campaña de comunicación destinada a transmitir y comunicar su oferta a los comensales «con un carácter fresco, simpático e infomal». Cada tipo de pizza que oferta la carta cuenta con su propio icono, a través del cual el ilustrador Carlos Toledo logra informar al cliente de las singularidades de la pizza Fermata y los ingredientes con la que cada una de ellas está condimentada.

Restaurante Fermata

C/Calvet, 1

93 832 36 23

Todos los días de 9.00 horas a 23.00 horas