Gastronomía

Una original propuesta gastronómica que pasa siempre por la brasa

Este inusual concepto de restauración fue impulsado desde la empresa Josper, fabricantes de un conocido horno brasa, en busca de un showroom para dar a conocer su excelente producto

La original propuesta es un festín para los sentidos, para todos, tanto para el olfato y el gusto, como para el tacto, la vista y el oído en una puesta en escena que busca la originalidad dentro siempre del confort y el saber estar
La original propuesta es un festín para los sentidos, para todos, tanto para el olfato y el gusto, como para el tacto, la vista y el oído en una puesta en escena que busca la originalidad dentro siempre del confort y el saber estarlarazon

Este inusual concepto de restauración fue impulsado desde la empresa Josper, fabricantes de un conocido horno brasa, en busca de un showroom para dar a conocer su excelente producto.

En marzo de 2011 abrió sus puertas el restaurante Pura Brasa de Barcelona, un nuevo concepto en el mundo de la restauración impulsado desde la marca Josper, fabricante de un horno brasa que combina parrilla y horno en una sola máquina.

«Nos basamos en la idea de que la cocina a la brasa no es solo carne», señala Víctor Roncal, director del establecimiento, quien recuerda que «el restaurante nació como un showroom de Joseper para dar a conocer su producto». Hoy, casi siete años después de aquella inauguración, Pura Brasa cuenta ya con ocho establecimientos en todo el mundo, cinco de ellos en Cataluña (tres en Barcelona, uno en Pineda de Mar y otro en Empuriabrava).

El éxito de esta propuesta gastronómica se concreta en las posibilidades que ofrece Josper, una máquina que permite cocinar a la brasa tanto carnes, como pescados o verduras, por ejemplo, en escasos minutos. ««El 90% de los platos que ofrecemos en nuestra carta son hechos a la brasa, incluidos los mejillones o la salsa de la pasta al frutti de mare», apunta Roncal. «Hacemos un steak tartar con carne de vaca rubia gallega y de wayu, que pasamos por el Josper para que por fuera quede a la brasa y por dentro esté crudo, pero temperado», añade.

La temperatura con la que trabaja el Josper hace posible que en un mismo horno puedan elaborarse productos con sabores y olores tan diferentes como la carne y el pescado, ya que como destaca el director del establecimiento, «en el Josper la temperatura ronda los 350º, de manera que no quedan restos de sabores». Además, ello permite también una cocina que roza la inmediatez, ya que apenas se tardan tres o cuatro minutos en tener el producto, fresco y de temporada, listo para servir, lo cual paralelamente permite cocinar todo al momento.

Precisamente, el dinamismo, la agilidad y la rapidez son unos de los principales valores de este concepto de restauración y, acorde con ello, en Pura Brasa se fomenta el compartir. «Nosotros no apostamos por la típica comida con un primero, un segundo y postre, sino que buscamos que la gente comparta y así el comensal pueda probar varias cosas, de una forma dinámica y ágil», comenta Roncal.

Y todo ello sucede en un ambiente cuidado pero informal, en el que «tanto adultos como niños pueden disfrutar». Así pues, sus mesas altas con taburetes u otras más bajas cuya base es un futbolín sobre el que descansa un cristal a modo de sobre; los tanques ubicados en un altillo sobre las mesas que almacenan 1.600 litros de cerveza; las lámparas suspendidas del techo diseñadas a partir de ralladores; o su cocina abierta a la vista del cliente y su terraza hacen de este establecimiento un lugar ameno, divertido y atractivo, con el negro y el rojo como imagen corporativa.

Un concepto universal

Este estilo y diseño, su decoración, se replica en los diferentes establecimientos con los que cuenta ya Pura Brasa, dos de ellos pertenecientes a la propiedad -Pineda de Mar y Las Arenas-, y el resto gestinados bajo el modelo de franquicia.

En todos ellos, incluidos los de Singapur, Bilbao y Asturias, el concepto gastronómico y de restauración sobre el que se sustenta es siempre el mismo, lo cual confirma que éste funciona en cualquier parte del mundo. Solo el restaurante de Pineda de Mar, que abrió sus puertas hace escasamente un año, cuenta con una imagen algo diferente, típica de la tradicional masía catalana. Este establecimiento dispone además de una ludoteca para los más pequeños.