Arte, Cultura y Espectáculos

Viajar con los ojos

La Pedrera acoge una retrospectiva del fotógrafo Toni Catany

El fotógrafo mallorquín reunió en La Pedrera a los presidentes de Cataluña y de Baleares
El fotógrafo mallorquín reunió en La Pedrera a los presidentes de Cataluña y de Baleareslarazon

El fotógrafo mallorquín tenía dos grandes obsesiones, viajar y el paso del tiempo. Ojalá hubiese existido una máquina del tiempo, porque las instantáneas que hubiese podido tomar el artista habrían sido auténticamente mágicas. Aunque no hay que lamentarse nunca por lo que pudo ser, sino celebrar lo que fue, que en el caso de Catany fue mucho. Sus fotografías te llevan a esa parte de la luz que desnuda todo lo que se queda frente al objetivo y que descubre sin esfuerzo los secretos, las historias, los anhelos de las personas y objetos inmortalizados.

Esta pasión por ayudar a ver nuestro alrededor es el gran protagonista de la exposición «Cuando ir era volver», la primera retrospectiva del fotógrafo mallorquín desde su trsite fallecimiento en 2013. La muestra incluye 160 instantáneas de toda sus etapas y documenta su enorme curiosidad vital y artística, que lo convirtió en ese viajero constante, siempre con su cámara como gran vehículo para atravesar continentes y llevarse siempre parte consigo.

La Fundación Cataluña La Pedrera acoge la exposición, comisariada por Alain D’Hooghe y Antoni Garauo, que podrá visitarse hasta el 17 de julio. Lo interesante de dicha muestra es que hasta el 75 por ciento de las imágenes no se habían visto nunca, con lo que tanto los conocedores de su obra como los neófitos descubrirán algo nuevo y fascinante.

Alejarse de definiciones

Siempre que se ha intentado definir el trabajo de Catany, se han buscado adjetivos rimbombantes que, por aproximación, son correctos, pero que por defecto son una retórica distorsionadora que no ayuda a entender la obra ni los motivos del fotógrafos. Los comissarios han buscado huir de dichas frase hechas como fotografía tradicional, clásica o neopictorialista. «La muestra revisita su obra a través de sus temas tradicionales, como el retrato, el desnudo, las naturalezas muertas o el paisaje. Con ello hemos querido recuperar una idea de viaje que no hay que pasar por alto a la hora de valorar su obra», comenta Garau, que también es el director de la Fundación Toni Catany, institución que custodia los 90.000 negativos, 900 fotografías positivadas vintage y 3.000 copias en papel.

Para Garau, en la obra del fotógrafo «predominan los temas clásicos de la historia del arte, fotografiados con una sensibilidad y estética muy personales». Las instantáneas consiguen un efecto de ingravidez, como si estuviesen suspendidas en el tiempo y el espacio, algo que conseguía «experimentando con técnicas antiguas del siglo XIX, como el calotipo, o innovando con sistemas nuevos, como las polaroids».

Dónde: Fundación Cataluña La Pedrera. C/ Provenza, 261-265.

Cuándo: hasta el 17 de julio.

Cuánto: 7 euros.