Medio Ambiente

Ahorrar dinero y gases a la atmósfera

Un proyecto de la Fundación Global Nature permite gastar menos a los agricultores al tiempo que disminuyen las emisiones de CO2 En la Comunitat hay 40 hectáreas experimentales

La Razón
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Ahorrar dinero y emisiones a la atmósfera. Dos objetivos perfectamente compatibles y realizables de forma bastante sencilla. La Fundación Global Nature trabaja en un proyecto Life sobre agricultura y cambio climático (AgriClimateChange) que tiene como objetivo final crear una herramienta informática para estandarizar los procesos que permiten al agricultor reducir la cantidad CO2 que producen en su trabajo.

El proyecto se está realizando de manera simultánea en varios países europeos, puesto que el objetivo final es establecer unos parámetros aplicables en toda Europa que permitan solicitar al agricultor subvenciones por producir de manera sostenible. Podría incluirse dentro de la Política Agraria Comunitaria como ayuda agroambiental.

En la Comunitat Valenciana se ha puesto en marcha este experimento en 40 hectáreas, según explica Jordi Domingo, técnico valenciano de esta organización. Olivos, arrozales, cítricos y viñedos han sido objeto de estudio y han comprobado que es posible reducir entre un diez y un 20 por ciento los consumos energéticos, y por tanto, tanto el coste de explotación como los efectos sobre el cambio climático.

Los agricultores se han mostrado muy interesados en colaborar, afirma Domingo. «La respuesta ha sido más positiva de lo que pensábamos». Obviamente, la adhesión a este programa es voluntario e implica que técnicos como Domingo «acompañarán» al agricultor por un periodo de dos a tres años. «Los dos participamos en el proceso, se crea una relación donde cada uno expone su razonamiento».

Se recaban datos como el tipo de riego utilizado, método de poda, el uso del tractor, la cantidad de plástico que requiere cada explotación, los gastos de combustible en la maquinaria agrícola, los aceites utilizados, el gasto en fertilizantes o el tratamiento fitosanitario. Con toda esta información se han realizado los cálculos del consumo de energía no renovable y las emisiones de efecto invernadero.

Es decir, el agricultor obtiene un diagnóstico detallado del estado de su explotación y también de si sería viable realizar cambios de cultivo.

Recabada esta información, se elabora el plan de acción basado en tres pilares fundamentales. La reducción de consumo de combustible para la maquinaria, ajuste del abonado nitrogenado- conocer qué cantidad real necesita- y la gestión alternativa de la cubierta vegetal.

Los primeros resultados de la aplicación de este plan ya se han comprobado. En una explotación de naranjas de la variedad «Valencia» de algo más de una hectárea en Valencia, el agricultor ha reducido el consumo de combustible, abonos y fitosanitarios (herbicidas e insecticidas) y ha creado una cubierta vegetal con el que ahorra 10,7 por ciento de energía, reduce un 48 por ciento de emisiones y un 40 por ciento el consumo de gasoil. La suma de todos estos factores se traduce en un cinco por ciento de ahorros.

Para conseguir estos resultados, el agricultor únicamente ha tenido que ajustar las dosis de fertilizantes y herbicidas, lo cual le ha permitido ahorrar en maquinaria y también en productos.