Alimentos adecuados, la clave para un otoño feliz

Los expertos recomiendan evitar el consumo de productos procesados, las bebidas azucaradas y gaseosas, los zumos de frutas tropicales o las harinas refinadas

Al llegar el otoño, los días se hacen más cortos, hay menos horas de luz solar y es muy frecuente, como sucede en primavera, que aparezca la llamada «astenia», en este caso otoñal. El cuerpo necesita adaptarse a la nueva estación y en ese camino pierde vitalidad. A algunas personas les cuesta dormir bien, se sienten más cansadas, aparecen los bajones de ánimo y una tristeza que, aparentemente, parecen no tener una causa concreta que los motive.

Para evitar esta situación y recuperar la energía, los expertos en bienestar y salud recomiendan incorporar algunos hábitos que serán muy eficaces en esta tarea. La principal consiste en poner mucha atención a la alimentación. Ingerir alimentos que nos nutran y no sobrecarguen el organismo será esencial para su buen funcionamiento, su repercusión en el sistema nervioso y, en consecuencia, en el estado de ánimo.

«La tristeza o decaimiento que sentimos en otoño vienen muchas veces motivados por una sobrecarga del intestino grueso o los pulmones. Tras el verano, el cuerpo comienza a eliminar el exceso de líquidos, frutas y comidas frías que hemos tomado durante los meses de calor y estos órganos suelen ser los que se ven más afectados», asegura Patricia Restrepo, directora del Instituto Macrobiótico de España (IME).

Por este motivo, es muy importante cambiar de hábitos alimenticios al entrar en el otoño y, de esta forma, ofrecer al organismo los nutrientes que necesita para funcionar perfectamente.

Según afirma Restrepo, como es una temporada asociada al intestino grueso y los pulmones, cuando estos están saludables repercuten en la persona generando una fuerte sensación de felicidad.

Para que funcionen correctamente se recomienda evitar el consumo de aquellos alimentos que afectan a su buena actividad como son los productos procesados, las bebidas azucaradas y gaseosas, los zumos de frutas tropicales o las harinas refinadas.

«También es importante reducir la ingesta de lácteos, carne y de alimentos fríos, como ensaladas crudas. El otoño nos pide ir volviendo a los platos de caliente, a las legumbres y los guisos. Abusar de los productos fríos tensará el cuerpo, mientras que optar por los escaldados o verduras al vapor, por ejemplo, proporcionarán mayor relajación», explica la directora del IME.

A su juicio, una alimentación inadecuada en esta época del año contribuye a enfriar el cuerpo y, en consecuencia, se generan en él desequilibrios como patologías del aparato respiratorio como sinusitis, asma, bronquitis, resfriados o neumonía. También son más comunes las afecciones del aparato digestivo, como la diarrea, y desciende considerablemente la capacidad de absorción de los nutrientes. Otras claves nutricionales que, según Patricia Restrepo pueden ayudarnos a entrar en el otoño con felicidad son sustituir el consumo de ensaladas crudas por verduras de temporada como la calabaza, la zanahoria o las coles. También se recomienda tomar a diario cereales integrales en grano, como el arroz. «Un perfecto y nutritivo plato de otoño sería un arroz integral caldoso con judías blancas, cardos y acelgas», afirma la directora del IME.

La especialista también aconseja acompañar la alimentación de una buena masticación y es época para retomar las bebidas calientes como las infusiones de jengibre, canela o tomillo que proporcionarán mayor temperatura al organismo.