Medio Ambiente

Arnal enviaba a un ordenanza de Emarsa a ojear tías «buenas»

Secretarias confirman la desaparición de multitud de facturas

Depuradora de Pinedo, Emarsa, Esteban Cuesta
Depuradora de Pinedo, Emarsa, Esteban Cuestalarazon

Un ordenanza de Emarsa interrogado como testigo en la causa Emarsa esta semana declaró que los trabajos que le encargaba el director financiero de la planta, Enrique Arnal, «eran un espectáculo» y que, independientemente del trabajo, le encomendaba «todo tipo de situaciones personales».

Entre ellas, destaca su encargo de supervisar la belleza de Eva María Marsal, otra de las imputadas. «Enrique me llamó a su despacho y me dijo ve al edificio Europa que es donde estaba A de Azafatas que era la antigua empresa de la señora Marsal y me dijo que preguntara por Eva, y cuando vuelvas me dices si está buena. Y yo fui, pregunté por ella, llevaba para entregarle una cosa, ella salió, me fijé y volví a la planta».

Otras de las perlas de la declaración del ordenanza es cuando explica que «un día fui con Enrique Arnal al Prop, pues tenía una reunión con alguien, y yo me esperé y cuando bajó, se extraño de que el despacho del director general tuviera baño incorporado y sus palabras textuales fueron: por qué yo no tengo un baño en mi despacho, por qué tengo que mear donde meáis todos».

La declaración del ordenanza fue coincidente con la que en su día ya prestó Marisol Gálvez, en la que señaló que «Enrique Arnal era una persona supercaprichosa» y dijo que ambos se escandalizaban de que le pidiera que dejara de hacer trabajos en la planta para atender cuestiones personales de Arnal, como repararle un neumático pinchado de su padre.

En otras declaraciones prestadas durante esta semana por administrativas, coincidieron en señalar que el día que llegaron a la planta dos empleados del Emshi a llevarse libros de facturas «casi me desmayo, porque las facturas que habíamos archivado el día anterior por orden de Arnal habían desaparecido y los archivadores que habíamos llenado estaban medio vacíos en las estanterías».