Política
Bonig: «Las desaladoras costaron el triple que el aeropuerto y no las critican»
La consellera se comió a la oposición con un discurso más que vehemente
La consellera de Infraestructuras, Isabel Bonig, consiguió al mismo tiempo animar a una bancada popular y dejar muda a una oposición que no está acostumbrada a escuchar defensas tan vehementes como las que realizó ayer la titular de la cartera de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente.
La consellera de Infraestructuras, Isabel Bonig, consiguió al mismo tiempo animar a una bancada popular que ha vuelto un tanto tristona de las vacaciones y dejar muda a una oposición que no está acostumbrada a escuchar defensas tan vehementes como las que realizó ayer la titular de la cartera de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente.
A Bonig la garra política le sale por lo cuatro costados. Habla sin tapujos de ideología y de las actuaciones que ha hecho y de las que no. Por ello, se atreve incluso a sacar los temas que quitan el sueño al Consell. «El Gobierno de Zapatero gastó 400 millones de euros en desaladoras, el triple de lo que ha costado el aeropuerto de Castellón y ahora no se utilizan, pero de esto, ustedes (a la oposición) no dicen nada».
Les acusó de estar mal informados, de denunciar asuntos basándose únicamente en titulares de periódico, «pregúntenme a mi, yo se lo diré».
Bonig tiene la suerte de contar con el único proyecto del que puede presumir la Generalitat valenciana, el «tercer raíl», la base de lo que algún día será el Corredor Mediterráneo. Sin embargo, también tiene entre sus manos el asunto que más preocupa a la sociedad española, el drama de los desahucios.
La consellera afirmó que la Comunitat Valenciana fue la primera que puso en marcha un programa de alquiler social para atender a las personas que se quedasen sin vivienda por no pagar la hipoteca. Afirmó que se han entregado 71 inmuebles y avanzó que en los próximos meses se entregarán 103 más. A estas, añadió 144 cuyo acondicionamiento se licitará en breve y los 300 que aportará Bankia.
A la oposición le parecieron claramente insuficientes estas actuaciones. «Este plan da medida de su desinterés por solventar este drama», le recriminó el diputado socialista, Francesc Signes, y le afeó ser la culpable de desahucios. «Un matrimonio va a quedarse sin casa porque el Consell le debe 10.000 euros de un cheque vivienda». Bonig tampoco esquivó esta pregunta. Aseguró que en la próxima semana pagará 4,8 millones de euros de los 250 que debe en conceptos de ayuda al acceso a la vivienda. Esta cantidad cubre los casos de quienes solicitaron un préstamo para suplir la subvención de la Generalitat.
Signes también intentó llevarse la foto del día dándole un sobre con las reivindicaciones que hacen a Rajoy. «Yo defiendo a los valencianos y soy española y de derechas».
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