Política

Valencia

Central Park a la valenciana

Falta un mes para la apertura del nuevo pulmón verde de la ciudad. 230.000 metros cuadrados a cinco minutos del centro

Figuración de cómo quedará el parque una vez finalizadas todas las fases del proyecto/La Razón
Figuración de cómo quedará el parque una vez finalizadas todas las fases del proyecto/La Razónlarazon

Falta un mes para la apertura del nuevo pulmón verde de la ciudad. 230.000 metros cuadrados a cinco minutos del centro

Es el proyecto de mayor trascendencia que acomete actualmente la ciudad de Valencia, su Central Park, el segundo pulmón verde de la capital del Turia. El Parque Central abre sus puertas en unas semanas con años de retraso (en 2002 se firmó el convenio primigenio entre el Ministerio de Fomento, el Gobierno Local de Rita Barberá y la Generalitat de Eduardo Zaplana) y una inversión mayor de la prevista. Son 230.000 metros cuadrados a cinco minutos del centro.

Aún no hay fecha oficial, pero las visitas institucionales a sus jardines son cada vez más frecuentes; indicativo de que el bautismo se acerca.

Atrás quedan las polémicas sobre quién pagaba qué y sobre un diseño de la paisajista Kathryn Gustafson que no gustó a todos. Ahora, a unos días del gran día, los que lo hicieron posible pelean por atribuirse el mérito mientras los vecinos contienen las ganas de pasear por sus senderos.

La semana pasada hubo un poco de todo esto, pues mientras la presidenta de la Federación de Vecinos de Valencia, María José Broseta, celebraba la existencia de zonas de juegos infantiles, árboles de gran porte o una zona específica para perros separada para no crear conflictos entre los visitantes, el portavoz del PP en el Ayuntamiento, Eusebio Monzó, recordaba que su partido «dejó la obra iniciada y con el presupuesto necesario para que se ejecutara en veintidós meses», pero la apertura del jardín se va a producir con un año y medio de retraso «debido a que el alcalde y su gobierno tripartito no han estado pendientes de que se cumplieran las fechas establecidas».

En este proyecto quedan muchos flecos, el más importante el soterramiento de las vías para unir así los barrios de Malilla, Creu Coberta y San Vicente que históricamente han estado separado por la maraña ferroviaria.

A excepción «de un pequeño espacio contiguo al antiguo concesionario de automóviles, la primera fase del parque ya está completada íntegramente. Quedan unos últimos remates», declaraba por su parte el concejal de Urbanismo, Vicent Sarriá, quien justifica los retrasos en pos de «garantizar que la calidad final de la obra fuera lo más alta posible».

Luego vendrán las obras de soterramiento del Canal de Acceso y la construcción de la Estación Central, que hará posible la desaparición de la Estación Joaquín Sorolla.

A seis meses de las elecciones, el proyecto puede ser un revulsivo de votos. Donde antes había fotos en las paradas de los mercados ahora podría haberlas entre alcornoques y pinos.