Agricultura

Comida desperdiciada por culpa de las plagas

La Asociación Valenciana de Agricultores critica que la Comisión Europea se preocupe por evitar que se deseche comida pero no les permita usar fitosanitarios para evitar las plagas

Unas 60.000 toneladas de caqui han acabado pudiréndose en el suelo por no poder acabar con las plagas
Unas 60.000 toneladas de caqui han acabado pudiréndose en el suelo por no poder acabar con las plagaslarazon

La Asociación Valenciana de Agricultores critica que la Comisión Europea se preocupe por evitar que se deseche comida pero no les permita usar fitosanitarios para evitar las plagas

Uno de los caballos de batalla de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) radica en minimizar el desperdicio alimentario y, en consecuencia, la Comisión Europea está poniendo el foco en iniciativas encaminadas a reducir el despilfarro de comida tanto en la distribución como en restaurantes y hogares.

Sin embargo, desde la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) advierten de que el desperdicio de alimentos se produce de una manera alarmante ya a pie de campo, debido a la falta de soluciones fitosanitarias de las que disponen los agricultores para controlar las plagas y enfermedades que diezman las producciones mediterráneas.

El caqui es el último cultivo que ejemplifica la pérdida de frutos a punto de ser recolectados. Según un estudio técnico de AVA-Asaja, la incapacidad para combatir eficazmente cotonets, moscas blancas y trips está provocando mermas que en algunas parcelas de la Ribera alcanzan hasta el 80 por ciento de la cosecha.

Tanto las prácticas culturales como los tratamientos fitosanitarios realizados no han permitido evitar que alrededor de 60.000 toneladas de caquis se queden pudriéndose en el suelo y, por tanto, no lleguen a los consumidores.

En total, el desperdicio de productos agrarios valencianos supera las 162.000 toneladas de caquis, pero también de naranjas, mandarinas y almendras que ahora mismo se encuentran en campaña. En el caso de las naranjas Navels y Blancas, el Trips de la Orquídea, el cotonet Delottococcus aberiae (ambas plagas de reciente introducción) y la mosca de la fruta (Ceratitis capitata) están echando a perder en los huertos más de 55.000 toneladas.

Las mandarinas son atacadas igualmente por el cotonet D. aberiae, así como por ácaros y la mosca de la fruta, con una afección de unas 45.000 toneladas, principalmente de clementinas.

Por su parte, la avispilla del almendro también se está expandiendo sin métodos de control al alcance de los productores, de forma que causa un desperdicio de 1.140 toneladas solo en las comarcas valencianas. El estudio de AVA-Asaja cuantifica las pérdidas económicas soportadas por la incidencia de las plagas y enfermedades en 51.851.000 euros, repartidos en 27,5 millones en cítricos, 15 millones en caqui y 9,2 millones en almendro.