Consum se niega a rebajar la calidad para aumentar beneficios, como hacen otros

Aunque lo más sencillo es recurrir a la política del «discount», bajando calidad y precios, la cooperativa valenciana Consum se niega a seguir esta tendencia seguida por otros operadores y apuesta por mantener las condiciones de sus productos, aunque ello suponga reducir resultados.

Así lo aseguró ayer el director general de la empresa, Juan Luis Durich, quien indicó que la compañía mantendrá su oferta, sacrificando parte de los resultados, porque continúan «confiando en el futuro y en este país».

Durich presentó ayer los resultados del ejercicio 2012, un año muy duro, tal y como demuestran los propios números. Consum ganó 32,1 millones de euros, lo que representa un 9,8 por ciento menos que en 2011. No obstante, el directivo se mostró «satisfecho», puesto que este resultado se ha debido, no solamente al descenso en el consumo, sino a que la empresa ha querido mantener sus inversiones en logística para poder expandir su mercado, así como su apuesta por el empleo.

«Hace ocho meses nos planteamos renunciar a las inversiones y crecer en resultados o seguir con ellas, aunque tengamos que perder ahora un poco». La empresa optó por esta segunda opción. De hechó, gastó 82,9 millones de euros en 30 nuevos supermercados y en una de sus mayores plataformas logísticas en Murcia.

Estas inversiones además repercutirán también en las cuentas de este año y el siguiente, cuando esperan unos resultados similares a los de 2012, puesto que los precios, dijo, van a seguir cayendo.

El empleo es otro de los frentes abiertos de la empresa. Durich aseguró que el empresario está «condenado» a crear puestos de trabajo. Así, la cooperativa dio un total de 337 puestos de trabajo y, «mientras no esté en juego la supervivencia de la empresa», pretenden seguir en la misma línea.

Con respecto a la situación económica, subrayó que los ajustes son imprescindibles, aunque él no los habría hecho del mismo modo, puesto que nunca habría recortado en I+D+i. «No podemos competir con los chinos, sino con los alemanes y los franceses».

También destacó que el Gobierno debería «radicalizar» su lucha contra el fraude fiscal, aunque esto suponga que algunas empresas abandonen España. «Si una empresa no paga sus impuestos se le debe perseguir, y si se tiene que ir, que se vaya».