Política

CULPA, DE TODOS MENOS DE PUIG

La Razón
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Es norma en los políticos oír de su boca las bondades de sus Gobiernos y las maldades de los demás.

Es norma en los políticos oír de su boca las bondades de sus Gobiernos y las maldades de los demás. Lo volvió hacer ayer el presidente Ximo Puig, en la intervención del acto organizado por la Ser. Según él, el Consell formado -PSPV y Compromís, apoyado por Podemos desde el Parlamento- se ha distinguido por lograr una vida mejor para los valencianos y, casi casi, por haber hecho desaparecer todos los problemas.

Hubiera sido «totalmente» y no «casi casi» si no fuera por «la terrorífica política de sus predecesores del PP y por culpa de la actitud deleznable y discriminatoria del Gobierno central». Vamos, que sin ellos la Comunitat sería un paraíso.

La Comunitat sería un paraíso si no fuera por los Consells del PP y por el Gobierno central

Por cierto, un Gobierno central que se queda corto para sus lamentos, ya que la protesta mediante actos públicos no sólo la llevará a Madrid sino también a Bruselas. Ya veo al «Manneken Pis» haciéndose caca, como si de los tercios de Fernando Álvarez de Toledo, duque de Alba, se tratara.

Ningún recuerdo para su partido, PSOE y PSPV, que fueron los que aprobaron el actual sistema de financiación (el PP votó en contra en el Congreso). Tampoco memoria para las irregularidades de algunos altos cargos que les llevaron a la dimisión. Ni la presunta ilegalidad de la discriminación de becas y prácticas para alumnos de la universidades privadas. Ni el retraso en las becas para el transporte. Mucho menos para la protesta multitudinaria de los padres de alumnos de colegios concertados, retraso en pago de subvenciones...

Un discurso que hubiera sido parecido pronunciado por el PP si fuera el que hubiera sucedido al PSPV tras 20 años en el desierto político. Así es la vida.