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Demasiado joven

La Razón
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La perfección en una materia se alcanza mediante los conocimientos teóricos y la práctica continuada. Trabajar duro tratando de aplicar aquello que se ha aprendido en los libros, encontrarse con problemas que no estaban en las enseñanzas y, utilizando los recursos de los que se dispone, solventarlo. La teoría se aprende en el colegio, los centros de formación profesional y las universidades pero sólo el trabajo real, el día a día del mundo laboral, puede darle a una persona la experiencia que necesita para convertirse en un buen profesional.

En España, en demasiadas ocasiones, se priva de esas oportunidades a los jóvenes. La mayor parte de las empresas buscan gente con más de cinco años de experiencia, los centros de formación prefieren que sus docentes tengan más de treinta años, a la hora de contratar profesionales externos la edad da una falsa sensación de tranquilidad y así un largo etcétera de ejemplos que niegan a los jóvenes la oportunidad de crecer en su campo mediante la experiencia.

Se suele relacionar la edad con la madurez. Sin embargo, se olvidan la mayoría de las virtudes de la juventud y se obvian algunos de los defectos de la experiencia. Alguien con cinco años de experiencia en un sector vendrá con su propia mentalidad, su manera de hacer las cosas y le costará más trabajo adaptarse a una nueva empresa que una persona que tenga sólo los conocimientos teóricos y pueda ser moldeado por la empresa para que haga su trabajo exactamente como ésta quiere que se haga.

Un profesor joven entra en una clase con la emoción del primer día, con menos responsabilidades externas que alguien que ya esté dando clases en otros centros o que un catedrático de universidad. Eso resulta en más tiempo para dedicarle a prepararse cada clase y más emoción a la hora de impartir esa asignatura.

Para finalizar resumiré una conversación que tuve hace poco con un psicólogo en Madrid, quien afirmaba que temía que si se formaban «coaches» con 23 años se desvirtuaría la profesión. Estamos formando grandes profesionales de esa edad en otros campos todos los años. Si algo tiene que desvirtuar una profesión, sea la que sea, dudo mucho que sean los jóvenes, ya que ellos son el futuro.