Valencia
El 70 por ciento de los valencianos no distingue el agua embotellada de la del grifo
El ahorro en una familia de cuatro miembro se calcula en 876 euros al año
El ahorro en una familia de cuatro miembro se calcula en 876 euros al año
Siete de cada diez vecinos de la ciudad de Valencia no distingue el agua embotellada del agua corriente del grifo, según ha demostrado el Ayuntamiento en diferentes catas a ciegas que ha organizado en los mercados junto a la Unión de Consumidores y EMIVASA. Muchos de los participantes reconocen que son habituales consumidores de agua embotellada. Según los estudios realizados por la organización de los Consumidores, una familia media puede ahorrar 876 euros al año consumiendo el agua potable de la ciudad, calculado según la recomendación de beber dos litros de agua al día, en una familia de cuatro miembros, a un precio de 0,30 euros el litro.
Por otro lado, el objetivo de la Corporación es concienciar a la ciudadanía sobre la necesidad de reducir el consumo de agua comercializada en botella, por el impacto sobre el medio ambiente que conlleva la utilización de plásticos de un solo uso.
Desde el Ayuntamiento se defiende que hay que combatir la idea de que el agua del grifo tiene mal sabor y que no es apta para el consumo. «El agua de grifo está perfectamente controlada, es saludable y en la práctica estas catas han demostrado que no resulta diferenciable», según afirma la concejala Elisa Valía quien insiste en que el Ayuntamiento de Valencia cuenta con un plan de mejora del sabor del agua a través de inversiones que se están llevando a cabo en las plantas de potabilización.
Con el objetivo de mejorar el olor y el sabor del agua suministrada desde la Planta Potabillizadora de Picassent –una de las que abastece la ciudad de Valencia-se han puesto en marcha una serie de ensayos piloto a fin de determinar la idoneidad de los tratamientos de preoxidación a aplicar, concluyéndose la efectividad de la combinación de ozono (O3) y agua oxigenada (H2O2)en la mejora de la calidad del agua, especialmente en la eliminación de olores y sabores.
Desde el año 2017 se han llevado a cabo diversos estudios de sabor y olor del agua en la red de distribución con catas sobre más de mil muestras de agua en distintos puntos de la red de distribución. Este plan ha permitido la obtención de mapas de los sabores más relevantes detectados por los consumidores con el objetivo de aplicar las mejoras en el tratamiento.
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