Política

Comunitat Valenciana

El «brexit» frena la salida de enfermeros a Reino Unido

Los profesionales de la salud optan por quedarse en la Comunitat con la esperanza de obtener una plaza

En 2014 fueron 67 las profesionales que se marcharon a trabajar al país anglosajón y 76 más se fueron al año siguiente. Sin embargo, en 2016 (año del referéndum británico) la cifra descendió a 28; en 2017 bajó de nuevo hasta las 22 y el año pasado fueron solo tres
En 2014 fueron 67 las profesionales que se marcharon a trabajar al país anglosajón y 76 más se fueron al año siguiente. Sin embargo, en 2016 (año del referéndum británico) la cifra descendió a 28; en 2017 bajó de nuevo hasta las 22 y el año pasado fueron solo treslarazon

Los profesionales de la salud optan por quedarse en la Comunitat con la esperanza de obtener una plaza

El de enfermería ha sido tradicionalmente un colectivo de nómadas laborales. Cuando en los peores años de la crisis miles de españoles se vieron obligados a marcharse al extranjero, los enfermeros y enfermeras encabezaron las caravanas hacia países como Reino Unido o Alemania. El objetivo era labrarse un futuro con unas condiciones económicas dignas que España les negaba.

Pero entonces llegó el «brexit» y con él la incertidumbre política y la inseguridad laboral para los trabajadores de origen extranjero. Las cifras de los tres colegios profesionales de la Comunitat Valenciana certifican que tras el referéndum en el que Reino Unido votó su marcha de la Unión Europea, el número de enfermeras (más del 90 por ciento son mujeres) que hacían las maletas ha descendido. Y además, de las que se fueron, algunas han regresado por el mismo motivo.

Así, desde el Colegio Oficial de Enfermería de Valencia explican que en el año 2014 fueron 67 las profesionales que se marcharon a trabajar al país anglosajón y 76 más se fueron al año siguiente. Sin embargo, en 2016 (año del referéndum británico) la cifra descendió a 28; en 2017 bajó de nuevo hasta las 22 y el año pasado solo tres enfermeras optaron por irse a trabajar a este país.

En cuanto a la provincia de Castellón la progresión ha sido un tanto dispar, ya que si bien el año en el que se votó el «brexit» la cifra de expatriados bajó de diez a cuatro, el año pasado repuntó a trece y en lo que va de año una persona ha hecho las maletas camino de tierras británicas.

Si a los problemas derivados del «brexit» se une el endurecimiento de las condiciones de acceso al empleo en los lugares de destino, las cifras se explican por sí mismas.

Criba por el idioma

Al respecto, la responsable de Eures (El Portal Europeo De La Movilidad Profesional) en Castelló, María Isabel García, apunta que el interés por el Reino Unido ha descendido no tanto por cuestiones políticas, sino sobre todo por el endurecimiento de las condiciones de acceso al empleo en el tema de la lengua, ya que los profesionales españoles deber pasar un estricto examen de idioma.

El interés por un contrato extranjero también se ha visto afectado por la reciente (el pasado mes de octubre) convocatoria de oposiciones y la apertura de diferentes bolsines en los tres departamentos de salud. Según cuentan desde el Colegio Oficial de Enfermería de Castellón, el pasado verano hubo mucha demanda en este sentido y además hizo que muchos profesionales regresaran a casa con la esperanza de sacar una plaza.

En cuanto a Alicante, explican que, en total y desde que se votara la salida de la Unión Europea, el número de enfermeros que han solicitado el Certificado Europeo de Situación Profesional suma 75 personas mientras que durante ese mismo periodo han regresado a casa once profesionales. «Las llamadas para preguntar las condiciones para trabajar en el extranjero han descendido bastante en los últimos años debido al 'brexit' pero también a las exigencias del nivel de inglés. La criba ha sido importante», explican desde el Colegio de esta provincia.

Y mientras esto ocurre, este colectivo sigue reivindicando en la Comunitat Valenciana que se les tenga más en cuenta a la hora de elaborar los planes de creación de nuevas plazas en el sistema público, así como el reconocimiento, económico y profesional, que llevan años reclamando sin éxito.