Aragón

El CJC dictó en 2004 que a la AVL no le compete definir el valenciano

Garrido obvia su propio informe y afirma: «el valenciano es lo que diga la AVL»

El presidente del CJC, Vicente Garrido, entrega a Fabra la memoria del organismo
El presidente del CJC, Vicente Garrido, entrega a Fabra la memoria del organismolarazon

El Consell Jurídic Consultiu (CJC) emitió un dictamen en 2004 en el que ya afirmaba que la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) no tiene entre sus competencias definir qué es el valenciano. A pesar de la existencia de este documento, la polémica generada por la que este organismo realiza en el Diccionari Normatiu ha impulsado al Consell a solicitar un nuevo informe.

En el informe de 2004 ya deja claro que la AVL no se creó para ocuparse de la «defensa de sus denominaciones». Argumenta que Les Corts consideraron que la «denominación del idioma cooficial con el castellano es una- el valenciano- y no varias».

Este mismo documento incide en que la AVL solamente podría pronunciarse sobre este particular si así lo solicitase el presidente de la Generalitat, Les Corts o el Consell y «teniendo en cuenta, en todo caso, que le corresponde defender, proteger y mantener la denominación y entidad de la lengua».

La consellera de Cultura, María José Catalá solicitó ayer formalmente al CJC esta consulta con carácter urgente. De esta manera será este organismo el que actúe de árbitro.

Su presidente, Vicente Garrido, que firmaba el informe del CJC en 2004, sorprendió ayer al asegurar que se había enterado por la prensa de la decisión de la Generalitat y sentenció: «el valenciano es lo que diga la AVL». Insistió en que la AVL está configurada legalmente como entidad «normativa y consultiva» y tiene la competencia de «determinar la normativa del idioma valenciano», unas afirmaciones que contradecían su propio informe anterior.

Realizada esta afirmación, matizó sus palabras diciendo que la denominación debe guiarse por el conjunto normativo y «conjugar lo que dice el Estatuto, la Ley de Uso del Valenciano y la Ley de Creación de la AVL».

Recogía así parte de las conclusiones del informe de 2004 y que en 39 páginas deja ya muy clara la respuesta a esta consulta.

Este documento se apoya en otros dictámenes, como los del Consell Valencià de Cultura (CVC) e insiste en que la denominación es la que recoge el Estatuto, y que discutir sobre la misma únicamente genera conflictos.

El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, se mostró el lunes muy molesto con la definición recogida en el Diccionari Normatiu. Denomina lengua valenciana «la lengua románica hablada por la Comunitat Valenciana, así como en Cataluña, Islas Baleares, el departamento francés de los Pirineos Orientales, el Principado de Andorra, la franja oriental de Aragón y la ciudad sarda de L' Alguer, lugares donde recibe el nombre de catalán». Para Fabra, la definición de valenciano está recogido en el Estatuto como la lengua propia de la Comunitat.

El CJC deberá determinar si son compatibles o si la AVL está incumpliendo su propia Ley de Creación.