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El Consell aflora los últimos 1.000 millones que quedaban «en el cajón»

Estas facturas se achacarán a las cuentas de 2011, 2012 y probablemente 2013

El conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues y el vicepresidente del Consell, José Císcar
El conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues y el vicepresidente del Consell, José Císcarlarazon

El Registro Único de Facturas (RUF) que estrenó la Conselleria de Hacienda el pasado mes de septiembre y que tiene como objetivo que ningún albarán escape al control de los interventores, tuvo una primera y muy importante función. Regularizar los últimos 1.000 millones de euros de facturas «en los cajones» que todavía quedaban pendientes de 2012 y de otros ejercicios.

Es decir, estos pagos, que no están contabilizados ni achacados a ningún presupuesto, se sacaron a la luz en el momento en que entró en funcionamiento este registro, que está empezando a dar sus frutos.

Según fuentes de la Conselleria de Hacienda, estas facturas se asignarán a los ejercicios de 2011, 2012 y probablemente también 2013. La urgencia en aflorar estos extractos era total, puesto que la Ley de Transparencia aprobada el pasado mes de marzo por el Gobierno central, considera delito penal, castigado con la inhabilitación, la ocultación de facturas «en los cajones» que no desvelen la situación financiera real de una Administración.

Desde que se puso en marcha el RUF el pasado mes de septiembre, se han contabilizado ya un total de 2.200 millones de euros, y 325.450 facturas. Desde que entró en funcionamiento este sistema, es obligatoria la inscripción en dicho registro de todas las facturas derivadas de las prestaciones realizadas a favor de la Generalitat.

El sistema sanitario es el principal generador de estas facturas, aproximadamente del 40 por ciento, el mismo peso que tiene la Conselleria del ramo en los presupuestos autonómicos.

En cuanto a la deuda, el conseller de Sanidad, Manuel Llombart, cifró recientemente en hasta 800 millones de euros el débito de su Departamento. Una cantidad que se remonta a principios de los años ochenta cuando se hizo efectivo el traspaso de competencias a las autonomías. Se trata no sólo de obligaciones de pago a proveedores, sino que se incluyen también las capitalizaciones y las desviaciones de presupuestos, entre otros puntos.

Poner a cero este importe es uno de los objetivos de Llombart y, aunque no existe un plazo para ello, los últimos cambios en la gestión sanitaria -como la central de compras, la revisión de los concursos de externalización o la implantación de la receta electrónica - van en este camino y comienzan a dar sus frutos (Sanidad ahorró el año pasado en Farmacia unos 200 millones).

FLA mensual

Por otra parte, fuentes de la Conselleria de Hacienda confirmaron ayer que, aunque se desconoce la cantidad total que se solicitará para el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) de 2013, lo que sí se sabe es que la forma de pago será mediante mensualidades, y no toda la cantidad en un solo pago. Al menos así es como está estipulado en un principio, pero la próxima semana habrá una reunión entre los técnicos de la Conselleria y los del Ministerio para concretar los detalles.

En todo caso, el mes de enero seguro que no estará todavía dentro del pago del FLA. El devengo de la financiación autonómica procedente del Estado correspondiente a este mes, será lo que permitirá afrontar los gastos.

El nuevo FLA, la presentación de las facturas por parte de los proveedores directamente al Ministerio, y el dato definitivo del déficit a cierre del ejercicio, serán algunos de los asuntos que deberán tratarse en el próximo Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) que se celebrará a finales de este mes o principios del que viene.

Este encuentro será el primero al que asista el nuevo conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues, desde que empezó en el cargo.