El Consell dará 100 euros a 10.000 familias para pagar la factura de la luz

A partir del próximo 15 de mayo las familias con menores a su cargo e ingresos inferiores al indicador público de renta de efectos múltiples (532 euros al mes) podrán solicitar el cheque energético, una nueva línea de ayudas dotada con un millón de euros. De esta forma, un total de 10.000 familias podrán verse beneficiadas de esta subvención que destina cien euros a cada solicitante.

El conseller de Economía, Máximo Buch, presentó ayer esta medida tras la reunión del pleno del Consell, donde explicó que se entiende por «pobreza energética» la incapacidad de un hogar para asumir el coste de los suministros energéticos necesarios para cubrir sus necesidades básicas.

La ayuda podrá ampliarse una vez finalizados los fondos, hasta llegar a un techo de cinco millones de euros. Con esta cantidad se podría llegar a las 50.000 familias de la Comunitat Valenciana que se encuentran en este momento en dicha situación.

Recuperación desigual

«La salida de la crisis, desgraciadamente, no está siendo igual para todo el mundo», reconoció el conseller al ser preguntado por el motivo por el que se ha tomado ahora esta decisión, cuando los datos económicos muestran una mejoría.

Todos los trámites para solicitar las ayudas serán «on-line», aunque, con el fin de ayudar a todas aquellas personas que no dispongan de acceso a internet, una ONG tramitará las gestiones de aquellas familias que lo deseen. En los próximos días la Generalitat adjudicará a una organización benéfica esta tarea que se realizará con carácter voluntario.

Además, Buch indicó que el millón de euros destinado a esta partida se extrae de los ingresos derivados de los parques eólicos, con el objetivo de «generar solidaridad».

Señaló que «la suerte ahora es que tenemos más ingresos por los certificados de eficiencia energética que ha marcado la Unión Europea», unos fondos que se destinarán a ayudar a estas familias mediante el cheque energético.

Por otra parte, el Consell aprobó ayer una modificación del reglamento del bingo para que este juego se pueda practicar en los centros de mayores y de discapacitados, siempre y cuando no se sobrepasen unas determinadas cantidades de dinero en las apuestas y sea dentro de unas franjas de horario concretas.