El futuro empieza hoy

Todos sabemos qué es lo que nos gusta y desagrada. Si reflexionamos, recordaremos qué es lo que nos gustaba y cómo hemos cambiado. Sin embargo, no podemos saber qué nos gustará. Ante todos se abre un universo desconocido, donde cada decisión afectará a cómo seremos dentro de unos años, cómo evolucionaremos y cómo nos habremos adaptado a un mundo en constante cambio. El futuro comienza hoy. Para convertirse en alguien mejor, hay que saber qué se quiere ser, permitirse el lujo de soñar e imaginarse un futuro posible.

Existirán obstáculos, dificultades, que obligarán a replantear la estrategia. Estudiarla, reevaluarla y, si es necesario, empezar de cero, con más experiencia y conocimiento, para avanzar. Habrá personas que desanimen, que traten de asustar recordando a la lechera del cuento. El miedo no debe atemorizarnos, no avanzar es una acción con los mismos riesgos que seguir caminando. La moraleja no es no tener sueños. Lo que quiso decir el autor es que hay que fijarse por dónde andamos, enfocarse en lo que se está haciendo pero siempre con la meta clara. ¿Hacia dónde andaría la lechera si no soñase con ser mejor de lo que era?

El futuro se crea cada día, con cada decisión. El pasado ya no volverá y tratar de recuperarlo es imposible. J. F. Kennedy dijo «cualquiera que sólo mire al pasado o al presente, se perderá el futuro». Allí residen las oportunidades y las amenazas, tratar de adelantarse proporciona grandes alegrías y evitará profundos malestares. Einstein dijo «para alcanzar algo que nunca has tenido, tendrás que hacer algo que nunca hiciste».