El futuro incierto de la sede de Aidico

Alguno de los edificios del antiguo Instituto Tecnológico de la Construcción ha recibido varias ofertas de compra, pero la Conselleria de Economía no ha tomado aún ninguna decisión

El concurso de acreedores del Instituto Tecnológico de la Construcción (Aidico) sigue abierto, aunque en fase de liquidación. Según explican fuentes del Instituto Valenciano de la Competitividad Empresarial (Ivace), propietario de los bienes inmuebles de Aidico, hasta que no esté cerrado el concurso, «no puede tomarse ninguna decisión».

De ahí que los distintos edificios que constituían las instalaciones del que en su momento fuera uno de los centros más activos de la red de institutos tecnológicos, se encuentren prácticamente abandonados un año después de que se presentara el concurso de acreedores.

Alguno de los edificios de las instalaciones han recibido varias ofertas de compra durante el proceso de subasta de las mismas. Una de ellas fue de la sociedad All World Center, constituida por ocho ex trabajadores del propio instituto de la construcción. La otra procedía de AIDO, centro tecnológico de la óptica. El pasado mes de junio el juez adjudicó las instalaciones a la primera sociedad, puesto que AIDO se encuentra inmerso en un proceso judicial.

No obstante, la Generalitat valenciana, concretamente el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) ha rechazado la oferta de All World Center, puesto que sobre el edificio recae una hipoteca que el banco público primero quiere recuperar. La cuestión es que, mientras tanto, los distintos edificios (contaba con un centro de pruebas contra el fuego, un edificio de nanotecnología y el edifico central) se encuentran en unas condiciones muy deficitarias.

Aidico solicitó el concurso de acreedores en octubre del año pasado. En aquel momento se aseguró que había varias ofertas de compra de sus unidades productivas, que garantizarían, insistían desde el centro, la continuidad de su actividad y la del 75 por ciento de la plantilla.

El entonces gerente de Aidico, Fernando Palomares, confirmó que empresas privadas, otros institutos y asociaciones de empresarios, entre ellas la patronal valenciana de la construcción (Fevec), se habían interesado por la adquisición de esas unidades. Trece meses después, ninguna de las propuestas ha sido posible.