Alicante

El incendio forestal de La Vall d'Ebo ha quemado ya 1.715 hectáreas

El incendio forestal declarado ayer en una zona escarpada de La Vall d'Ebo (norte de Alicante), hasta ahora el mayor del año en España, evoluciona favorablemente y hasta el momento ha quemado alrededor de 1.715 hectáreas.

Así lo ha estimado la directora general autonómica de Prevención, Extinción de Incendios y Emergencias, Irene Rodríguez, quien ha destacado que el perímetro del fuego se encuentra sin llamas.

Pese a la mejoría, centenares de efectivos terrestres siguen trabajando con el apoyo de 14 medios aéreos, mientras que en las últimas horas se han retirado dos helicópteros y un avión Air Tractor procedentes de otras comunidades autónomas.

"Vamos a ser muy prudentes porque el perímetro del incendio es grande", ha insistido la directora general de Prevención, Extinción de Incendios y Emergencias en rueda de prensa antes de continuar que los efectivos seguirán su labor "en los puntos calientes".

La responsable de la lucha contra el fuego ha agradecido especialmente la colaboración de Castilla-La Mancha y la Región de Murcia, así como la labor del resto de profesionales que actúan.

Rodríguez ha anunciado que mañana continuará vigente el nivel 3 de preemergencia, que conlleva el riesgo máximo de incendios forestales en el territorio valenciano.

Además, la carretera autonómica CV-712 se reabrirá en las próximas horas, toda vez que entre los kilómetros 19 y 20 tuvo que ser cortada.

Durante las labores de extinción, dos soldados de la Unidad Militar de Emergencias (UME) fueron trasladados al hospital comarcal de la Marina Alta, en Dénia, con heridas leves a consecuencia del accidente de un vehículo.

La evolución favorable ha permitido que durante la mañana de hoy hayan podido regresar a sus viviendas la treintena de familias que ayer fueron desalojadas preventivamente de la zona de Les Verdales, en la vecina localidad de Pego.

El fuego se declaró en la mañana del jueves a causa de una quema de rastrojos en una zona de pendiente conocida como Solana del Garrofar, que se descontroló accidentalmente.

Dicha quema estaba prohibida al haberse decretado el nivel 3 de riesgos de incendios forestales por las condiciones climatológicas de esa jornada: calor en torno a los 40 grados centígrados (la máxima detectada en la zona fue de 41,5) y aire de poniente muy seco.

El presunto causante, un vecino de la localidad, fue detenido ayer y posteriormente fue puesto en libertad con cargos, ya que se consideró que no había habido intencionalidad en provocar daños en el entorno.

El calor y el viento condujo a que el fuego derivara en varios focos, lo que, unido a la complejidad orográfica del terreno, ha dificultado sobremanera las tareas de extinción.

Los trabajos se han centrado en tres focos activos: uno en la zona oeste (en el Castell de Benirrama), otro en el suroeste, próximo al Barranc de l'Infern, y el último entre los términos municipales de Pego y l'Atzúvia.

Cerca de una veintena de medios aéreos han llegado a trabajar en la zona junto con alrededor de 300 efectivos terrestres.

Concretamente, 4 brigadas de emergencia con 4 autobombas, 2 brigadas helitransportadas, 6 brigadas de la Diputación de Valencia, bomberos del Consorcio de Alicante y de Valencia, la UME, agentes medioambientales y voluntarios.