El Marítimo rezuma gloria tras el luto del sepulcro

La Semana Santa Marinera pondrá hoy el broche a una semana de intensas emociones con un Domingo de Resurrección pletórico, festivo y acompañado por la agradable meteorología

El dolor y el luto fueron los signos característicos de la jornada de ayer en la Semana Santa Marinera. El Sábado Santo gira en torno al Cristo que ya descansa en su sepulcro, acompañado por la esperanza de los fieles. El dolor, la agitación rasgada de la muerte y el padecimiento encarnado dan paso a un día de nuevo recogimiento y cierta calma. La espera es la protagonista, y el rezo, el mecanismo de penitencia y reflexión.

Las procesiones vespertinas estuvieron marcadas por estas tónicas. El Santísimo Cristo Yacente de la Piedad fue devuelto en procesión a la parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles. Lo mismo ocurrió con el Cristo Yacente de la Hermandad del Santo Sepulcro, que volvió a la Iglesia del Rosario a través de un sencillo pero emotivo desfile. La Procesión de la Cruz y el Sudario, organizada por la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, fue la antecesora y preparadora de una resurrección cada vez más inminente y cercana.

Y así fue. Las campanadas de medianoche trajeron la dicha, el gozo y la gloria. La Vigilia Pascual dio paso a la alegre y viva procesión del Señor visitando a su Madre, María Santísima. La imagen del Resucitado, que despierta salvas y vítores a su paso, rejuvenece y cambia totalmente la fisonomía del barrio, que llevaba días en penumbra y crepúsculo.

El colorido será hoy el rasgo que inunde la celebración en el Marítimo. Es Domingo de Resurrección, y Jesús Resucitado y la Virgen de los Dolores se volverán a encontrar a las 9 de la mañana. Como consecuencia de la belleza del acto, cientos de familias se agolpan en la calle Escalante cada año para disfrutar de la estampa.

Esta procesión no solo se realiza en el entorno de la parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles. También se celebra en el Cristo Redentor - San Rafael Arcángel y en Santa María del Mar.

Es en esta última parroquia donde antes de la procesión del Santo Encuentro se organizará otra breve peregrinación que conmemore la ascesión y resurrección de Cristo. La Cofradía de Jesús de Medinaceli celebra así la Buena Nueva.

En todas se celebra, a continuación o previamente, el Comulgar de Enfermos e Impedidos. Se trata de una sencilla procesión de enorme tradición en la Comunitat Valenciana. «El Cuerpo de Cristo, llevado por los sacerdotes de cada parroquia bajo palio, es llevado a la casa de los enfermos que, por su estado, no pueden tomar la Comunión en el templo. En la antigüedad, este acto recibía el nombre de la Procesión de las Luces. Gran solemnidad, en medio de una manifestación popular multitudinaria, que hacía que los marineros no salieran ese día a sus faenas en la mar para poder participar en este acto», cuentan desde la organización.

Está previsto que pasado el mediodía los ramos de flores inunden los barrios del Cabanyal, Grau y Canyamelar. Se celebrará el popular Desfile de Resurrección, un evento «único en toda España», tal y como lo definen desde la Semana Santa Marinera.

El pasacalle arrancará en la Avenida del Mediterráneo, discurrirá por Escalante, Pintor Ferrandis, la Plaza de Nuestra Señora de los Ángeles, Pedro Maza Remonta, Reina, Plaza de la Armada Española, y Doctor Dómine. Enfilará la Avenida del Puerto para continuar con Cristo del Grao, Ernesto Anastasio, Francisco Cubells, y finalizará en la Plaza del Rosario.

Alzira, Bien de Relevancia Local

La Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deporte declaró hace unos días Bien de Relevancia Local los doseles de Semana Santa de Alzira.

Estos doseles son montajes expositivos para mostrar las imágenes devocionales durante la Semana Santa, ya que, siguiendo con la tradición, los alzireños engalanan las imágenes y el entorno en el que son expuestas, todo ello en un clima de fervor que convierten esta manifestación en una parte esencial de la fiesta de Alzira.

La competición que hay entre las distintas cofradías y hermandades por tener el mejor dosel y el que despierte mayor sentimiento y devoción la convierten en una tradición viva, que se supera año tras año y donde se desea, por medio de las más modernas técnicas y efectos, generar un clima que transporte al espectador a un plano espiritual dando «vida» a las imágenes.

El deseo de superación de las diferentes cofradías en cada dosel, el fervor, la unanimidad de todo el pueblo en mantener esta fiesta y la tradición que va transformándose hacen de esta una parte importante y un exponente indispensable de originalidad y fiesta.