Economía
El paro en el sector ha crecido un 171 por ciento en los últimos catorce años
La población activa ha disminuido un dos por ciento, con 1.700 personas menos
Aunque el sector agrario ha servido a muchos para refugiarse en estos tiempos de crisis, tampoco es la panacea. El campo también sufre los devastadores efectos del paro que arrasa el país durante los últimos años. Así lo demuestran los datos hechos públicos por La Unió de Llauradors y extraídos del Instituto Nacional de Estadística (INE), según los cuales, desde el año 1998 hasta el actual, el número de desempleados en este sector ha aumentado un 171 por ciento, al pasar de cerca de 9.000 personas a unas 15.000.
Menos trabajadores
Por lo que respecta a la población activa, esta ha disminuido en el mismo periodo un dos por ciento, pasando de 90.000 ocupados en la agricultura a 88.300. Además, si en 1998 la población activa agraria suponía un 5,21 por ciento del total de activos en la Comunitat, en la actualidad supone un 3,56 por ciento.
Así, la tasa de paro ha pasado de un 10,17 por ciento que había en 1998 a un 27,61 por ciento en la actualidad.
Con respecto a la renta agraria, es decir, la suma de la renta de todos los agricultores, estos datos ponen de manifiesto que en los últimos tres lustros solo se ha incrementado en un 16 por ciento (259 millones de euros) y se sitúa muy por debajo del aumento del nivel de vida durante este mismo periodo (42 por ciento).
Esto significa, según La Unió de Llauradors, que los agricultores y ganaderos valencianos han experimentado una pérdida de poder adquisitivo del 159 por ciento que, evidentemente, afecta tanto a la economía familiar como a la capacidad inversora en las propias explotaciones agrarias.
Hay que tener en cuenta que la renta agraria valenciana se sitúa en torno a los 1.873 millones de euros y la del conjunto del Estado en 23.433 millones de euros, lo que supone que el sector agrario valenciano aporta el ocho por ciento al total estatal, mientras que el PIB de la Comunitat Valenciana representa poco más de diez por ciento del total nacional. Es decir, existe una descompensación.
La Unió de Llauradors, junto con la Asociación Valenciana de Agricultores y el resto de organizaciones agrarias, han advertido incesantemente durante los últimos años de la alarmante caída de rentabilidad en el campo valenciano. Muestra de ello es que cada vez hay menos gente que se quiera dedicar a esta actividad.
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