Economía

El puerto de Valencia sigue perdiendo buques mientras la estiba retrasa el diálogo

Barcelona, Sitges y Gioia Tauro (Italia), los recintos más beneficiados por estos desvíos

Carteles en señal de protesta por el decreto de la estiba, presentes en puntos de la ciudad
Carteles en señal de protesta por el decreto de la estiba, presentes en puntos de la ciudadlarazon

Barcelona, Sitges y Gioia Tauro (Italia), los recintos más beneficiados por estos desvíos

Mientras los estibadores siguen anulando huelgas y negociando con la patronal, el Puerto de Valencia sigue perdiendo buques todos los días. Para una de estas embarcaciones, estar varado todo un día esperando a que se le descargue la mercancía supone entre 50.000 y 120.000 euros. Por ello las compañías están optando por dirigirse a otros recintos portuarios españoles donde la actividad de los estibadores es mayor, o incluso a puertos extranjeros.

El puerto de Barcelona, el de Sitges y el italiano Gioia Tauro están siendo los más beneficiados por los desvíos del valenciano, sobre todo el de Barcelona, que hace pocos días acogió el megabuque «MSC Jade», un inmenso portacontenedores capacitado para transportar más de 19.400 TEUs.

Aunque esta semana los estibadores han abandonado la «marcha lenta» que habían estado desarrollando durante las anteriores semanas, lo cierto es que están utilizando otras técnicas para reducir el ritmo de trabajo, como reducir su disponibilidad para doblar y jornales.

Además, aseguraron fuentes portuarias, las continuas Asambleas informativas que celebran los estibadores paralizan algunos de los muelles durante varias horas, con las consiguientes colas de camiones en la entrada del recinto portuario.

Los empresarios siguen sin querer hablar. Temen las represalias que se producen al día siguiente a la hora de descargar sus buques.

Mientras tanto las negociaciones entre la patronal y los sindicatos siguen su curso. Las mismas fuentes explicaron que el diálogo será más lento mientras el decreto del Gobierno central no esté convalidado, algo que deberá pasar sí o sí el 24 de marzo.

Por ahora, la parte empresarial ya está empezando a poner mejoras encima de la mesa, aunque el paso definitivo lo deberá dar el Gobierno, con más presupuesto para realizar bajas incentivadas en el sector.

La estiba considera que el decreto va contra sus derechos laborales, unos derechos que han ido incrementándose con el paso de los años hasta llegar a convertirse en un monopolio. Cualquier empresa que llegue al puerto de Valencia está obligada a contratar a los estibadores que forman parte de la Sociedad de Estiba del Puerto, a un precio ya marcado. Además, hay un mínimo de estibadores a contratar (cada grupo está formado por 18 personas), aunque sean necesarios menos. El decreto liberaliza el sector de manera que desaparecerán todos estos preceptos.