Agricultura

Estudiada la producción de CO2 del algarrobo para impulsar su producción

Perdido su uso como alimento animal, el cultivo ha disminuido

Este cultivo se usaba como alimento para los animales, pero ahora tiene otras utilidades
Este cultivo se usaba como alimento para los animales, pero ahora tiene otras utilidadeslarazon

La Conselleria de Presidencia y Agricultura, Pesca, Alimentación y Agua, a través del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA), va a realizar próximamente un estudio para calcular la huella del carbono del cultivo de la algarroba, es decir, la cantidad exacta de CO2 que produce esta planta.

El objetivo del proyecto es mejorar la imagen de la algarroba, especialmente su referencia como cultivo mediterráneo y su carácter sostenible, una característica que se podrá acreditar totalmente una vez se cuantifique su fijación de CO2 mediante este estudio.

La ejecución de este proyecto responde a la petición de la Asociación Empresarial «Empresas Innovadoras de la Garrofa» (EIG), formada por catorce empresas transformadoras, entre las que se encuentran seis entidades de la Comunitat Valenciana, al IVIA, quien ya realizó un trabajo de referencia mundial sobre los cítricos en este campo.

Desde la Conselleria se apuntó que esta voluntad de revitalizar y modernizar el cultivo de la algarroba de esta asociación empresarial encaja con la apuesta de la Generalitat por poner a disposición de los agricultores de la Comunitat cultivos alternativos que ofrezcan una mejor rentabilidad que otros más tradicionales, como los cítricos, fruta a la que se dedican la mayor parte de los agricultores valencianos y que no ofrece la rentabilidad deseada.

El algarrobo

El algarrobo es un cultivo antiguo, que junto al almendro, la viña y el olivo, forma parte del secano de grandes áreas de la vertiente mediterránea española. Se trata de un árbol rústico, muy tolerante a la sequía, y con un gran un interés forestal, por su capacidad rebrotante, que lo hace resistente a los incendios.

De su fruto, la algarroba, se aprovecha prácticamente todo, aunque es su semilla, el garrofín, su parte más valorada y empleada, principalmente en alimentación como espesante y gelificante, además de ser el único hidrocoloide natural reconocido en la Unión Europea.

El cultivo del algarrobo, perdida su tradicional utilización para alimentación animal, ha entrado en una lenta regresión, aunque España sigue siendo el principal productor y exportador mundial, manteniendo una producción de unas 70.000 toneladas, alrededor de un 35 por ciento de la producción mundial. Por su parte, la Comunitat Valenciana aporta aproximadamente el 30 por ciento de la producción española.