Política

“Hay muchos en el PSPV que preferirían pactar en 2019 con Cs. Tiempo al tiempo”

“Hay muchos en el PSPV que preferirían pactar en 2019 con Cs. Tiempo al tiempo”
“Hay muchos en el PSPV que preferirían pactar en 2019 con Cs. Tiempo al tiempo”larazon

Hace poco más de un año que Mari Carmen Sánchez se enfrentó al reto de dirigir el grupo parlamentario de Ciudadanos en Les Corts. Cuatro diputados abandonaron la formación y pasaron a los no adscritos. Admite que fue un momento muy duro, pero que ahora todo va mucho mejor.

-A Cs le acusan de haber provocado con «la legislatura se ha acabado» la moción porque quería elecciones. No les ha salido la jugada. ¿En qué situación queda ahora?

-Seguiremos en la oposición, como estos dos años. Ahora no tenemos un pacto de investidura, pero mantenemos la misma libertad para hacer una oposición sensata y constructiva al Gobierno de España.

-Sin responsabilidad del Gobierno, el PP va a ejercer la oposición dura. ¿Cómo van a diferenciarse?

-Demostrando que somos un partido limpio y libre de corrupción. El proyecto que tenemos para España también se diferencia. Durante estos años, el PP ha sacado pecho de muchas medidas que realmente eran de Ciudadanos. Ahora estamos los dos en la oposición y cada uno defenderá sus cartas. Ahí Ciudadanos tiene mucho que ganar.

- Por lo visto en las intervenciones de la moción de censura ¿Ciudadanos es el enemigo a batir por el PSOE, PP, PNV y Podemos?

-Estamos siendo incómodos porque pensamos en el interés de los españoles y no de los partidos. Hablamos claro.

-¿Qué hay hacer con los Presupuestos?

-Hay dos opciones. El revanchismo o sacarlos adelante, mejorándolos, pero siempre pensando en los españoles. O no eran tan malos, como decía Ciudadanos, con las medias sociales que pusimos, o simplemente ha sido la manera de comprar el voto nacionalista del PNV.

-Cambiar los Presupuestos también supondría reducir el dinero concedido al PNV. Cs ha sido el único partido nacional que ha criticado el cupo vasco.

-Le afeamos al PP que utilizase esos Presupuestos para contentar al PNV, ahora el PP es el que los va a enmendar para, dicho de manera coloquial, hacerle la puñeta al PNV. Está dejando ver que el bipartidismo en España es caprichoso. Tanto el PP como el PSOE utilizan los pactos con partidos nacionalistas para beneficio propio.

- ¿Cómo afrontan las elecciones municipales y autonómicas?

-Va a ser un año muy complicado. El discurso político es cada vez más agresivo, pero salimos a ganar. Creemos que la Comunitat va a ser naranja. Estamos demostrando que somos un partido limpio, coherente, sensato y sobre todo que no engaña. No hacemos promesas irrealizables.

-Cs se presentó a las pasadas elecciones casi sin tener tiempo de controlar las listas. ¿Qué cambio veremos en la candidaturas?

-Hace cuatro años Cs se estaba asentando y las listas se hicieron de la mejor manera que se pudo. Ahora ya estamos más que asentados. La implantación del partido ha sido muy buena y una vez se pase el proceso de primarias, se conformarán con talento. Todo apunta a que las primarias serán en enero. La dirección nacional nos dará las directrices.

-¿Llaman a la puerta de Cs de otros partidos?

-Vienen muchos, unos con el buen propósito de colaborar, otros por el interés de hacer su carrera política... Lo que hacemos es quedarnos con la gente válida y no con oportunistas que solo quieren sacar provecho de la buena situación de Cs.

-¿Es suficiente confiar en la fuerza de las siglas, de Rivera y Arrimadas?

-Hace falta mucho más, en eso estamos en el grupo parlamentario Ciudadanos en Les Corts. Dos líderes como Albert e Inés te ayudan a tener notoriedad y a que tu mensaje llegue a los medios. Pero si no tienes un trabajo que demostrar, todo carece de sentido. Sería una burbuja de aire. Cs es un proyecto estable y que ha hecho mucho trabajo.

-¿Cómo tienen que ser los candidatos de los puestos más visibles?

-Sobre todo deben pensar en la ciudadanía, que vengan libres de corrupción, por supuesto, y que estén comprometidos. Deben venir preparados para no mirar ni el calendario ni el reloj. Si es una persona carismática, siempre ayuda.

-¿Toni Cantó tiene ese carisma? Parte como favorito en las apuestas como candidato a la Generalitat.

-Toni Cantó tiene ese carisma, pero también lo tienen Fernando Giner, Yaneth Giraldo, Cristina Fernández, Cristina Gabarda... y un montón de afiliados que serían tan válidos como el señor Cantó para presentarse a unas primarias. Hay muchas personas muy válidas.

-¿Dónde se ve usted?

-En el partido. No sé a qué nivel. Aún queda mucho. Este año trabajando y casi dejándome el alma por sacar el grupo adelante y por visualizar el trabajo que hacemos.

-¿Cuáles son los objetivos que se marca hasta final de legislatura?

-Sobre todo nuestro compromiso con la regeneración y la transparencia. Somos el único partido legitimado para hablar de estos dos asuntos. También hemos luchado contra el sectarismo ideológico del señor Marzà en Educación, o en Sanidad para reducir las listas de espera y por mejorar el sistema de dependencia de Mónica Oltra.

-¿Qué es lo que más le preocupa de la gestión del Botànic?

-El sectarismo ideológico, porque nubla todas las políticas del Consell. Encima, al ser un Gobierno que es un matrimonio de conveniencia, el diálogo no fluye tan aireadamente como el presidente Puig nos quiere hacer ver. Eso está llevando a conflictos y tensiones que repercuten en las políticas que se llevan a cabo. Educación y Sanidad me preocupan mucho. La forma de gestionar la consellera Carmen Montón no ha sido la más adecuada ni la de Vicent Marzà por el debate generado en torno a la lengua.

-Cs defiende la reducción del gasto de la Administración. ¿Le ha hecho caso el Consell?

-Ni en un punto. Se aprobaron auditorías para determinar dónde había que quitar la grasa y quedarse con el músculo. No las han hecho, además, no adelgaza la Administración. Todo lo contrario, lo único que hace el Consell es incrementar asesores. Tiene más que ningún otro Consell.

-¿Qué nota le pone al Consell?

-Un 4,5. Intenta llegar al aprobado, porque la situación previa era mala.

-Cs se ha mostrado muy activo en denunciar intentos de adoctrinamiento en las aulas y una supuesta inmersión lingüística. ¿Qué espera del nuevo Gobierno?

-Está en juego prácticamente lo mismo. El PP podría haber bloqueado esta situación y no lo hizo. El plurilingüismo ha supuesto un problema muy grande y a pesar de esto, Puig ha pedido que se cierre la Comisión Bilateral que abrió el Gobierno. El año pasado estábamos debatiendo este asunto cuando las clases en Alicante ya habían empezado. Esto es para que veamos el nivel de decadencia. En la Comunitat Valenciana tenemos dos lenguas cooficiales, el problema es la imposición lingüística que imponía Marzà por el que no vamos tragar.

-¿Aprueba que haya colegios públicos en los que los niños de Infantil no den nada en castellano?

- Esta situación te pone la piel de gallina porque cuando hablamos con compañeros de Cataluña nos dicen que es el vivo reflejo de las políticas de Educación de Cataluña de los años 80. Marzà podrá decir que somos unos alarmistas, pero esa es la realidad.

-A lo largo de la legislatura Cs se ha refugiado en numerosas ocasiones en la abstención. ¿Le cuesta mojarse?

-No. Una abstención es una opción tan válida como votar a favor o en contra. Cuando nos hemos abstenido ha sido porque eran temas que solo intentaban dividir a la ciudadanía o bien ha sido que eran medidas que podían ser buenas pero iban a acabar en una inconstitucionalidad como la ley de la sanidad universal o la de la vivienda.

-¿Se siente Cs cómodo hablando de las señas de identidad o prefiere no hacerlo porque hay diferentes sensibilidades? En la derogación de la ley de señas de identidad el grupo parlamentario votó dividido: una parte en a favor y otra se abstuvo.

-Este era uno de los asuntos que divide a la ciudadanía. Nadie tiene por qué decirnos quién es mejor valenciano. Cada uno es valenciano a su manera.

-Se criticó el acto de Rivera con una gran bandera de España y la cantante Marta Sánchez. ¿Se siente cómoda con esa escenografía?

-No me pareció un mal acto. Al contrario, se reivindicó ser español sin complejos. Durante muchos años si llevabas una bandera de España eras un facha. No, oiga, es que es nuestra bandera, como la Union Jack en Reino Unido y casi se ha vuelto un icono pop. Yo soy española y no me avergüenza decirlo y ese acto iba en torno a eso. Dejémonos de una vez de etiquetas erróneas porque yo puedo lucir mi bandera sin complejos.

-¿Puede Cs tomar sus decisiones sin consultarlas con la dirección?

-Aquí se decido el voto del 90 por ciento de las propuestas que debatimos. Lo que pasa es que cuando llegan determinados temas que tienen calado nacional, nosotros tenemos una unidad de mensaje.

-Cs siempre argumentó en la Comunitat que no podía pactar con el PP porque tenía muchos casos de corrupción. ¿Ya han pagado su pena?

-Sobre todo hay que velar por la estabilidad, pero el PP tendría que regenerarse por completo. La corrupción estaba institucionalizada. De todas formas, nosotros pactamos con medidas encima de la mesa. Eso es lo primero porque detrás de ellas están los valencianos.

-Usted sabrá que hay una parte del PSPV a la que le gustaría cambiar de socios de Gobierno y que ansía un pacto con Cs en la próxima legislatura.

-Son muchos más de los que la gente se piensa los que están deseando abrir una nueva etapa y dejar de lado a Compromís. Tiempo al tiempo. Vamos a ver los resultados electorales y si hay total compromiso con la transparencia y con las medidas que pongamos encima de la mesa, no habría ningún problema. Con quien no vamos a pactar son con los auténticos radicales que son Podemos o Compromís, los nacionalistas inútiles, porque no consiguen nada. Solo saben quejarse.

-¿Mantendrá su bloqueo a la rebaja del listón electoral?

-Con la Ley Electoral se ha perdido un tiempo valiosísimo. Trabajamos para conseguir una serie de medidas que no eran solo nuestras. Compromís quería esa circunscripción única. Todos coincidimos en la rebaja del cinco al tres por ciento, pero si queremos hacer una ley electoral de calidad tienen que estar sí o sí en esa ley: hacer un «mailing» para reducir costes, listas desbloquedas, primarias en todos los partidos... Se nos acusa de manteros en nuestras reivindicaciones. Pues sí, no como otros que quieren hacer una ley de mínimos. Queremos una ley de calidad y que se aproxime a una persona un voto, porque visto el caso de Cataluña el sistema es bastante perverso.

-¿Está Cs preparado para gobernar?

-Ahora sí. Era lógico que no lo hiciésemos. Teníamos que demostrar las propuestas y la forma de hacer política. Ahora se nos reconoce que somos más moderados y constructivos que el resto de partidos.