Sociedad

Ingenio y comodidad en la cocina

Un valenciano inventa un dosificador para paquetes de arroz, pasta y legumbres. Su idea es venderlo a las grandes empresas de distribución

El invento está formado por dos simples tubos de plástico, pero que sirven para dosificar el alimento y mantener el envase cerrado
El invento está formado por dos simples tubos de plástico, pero que sirven para dosificar el alimento y mantener el envase cerradolarazon

Antonio Serrano es inquieto por naturaleza. Maestro industrial de profesión -no quiere que se le denomine ingeniero- siempre está atento a su alrededor para observar qué utensilios de la vida cotidiana pueden mejorarse o reinventarse.

Un día, estando en la cocina, su mujer le comentó la incomodidad de tener que sujetar los paquetes de arroz y pasta ya abiertos con una pinza y guardarlos de esta forma en el armario. Así fue como Antonio decidió crear el último de sus 36 inventos.

Se trata de un práctico dosificador que se sitúa en la parte inferior de la bolsa de arroz. Al darle la vuelta a la ruedecilla que acompaña el artilugio, se vierten 100 gramos exactos del contenido del paquete, con lo que no hay que ir midiendo con tacitas ni vasos, y el recipiente queda de nuevo perfectamente aislado y cerrado una vez finalizado su uso.

Otras muchas aplicaciones

Aunque empezó con la idea del arroz, el proyecto, que está ya patentado desde el pasado 27 de febrero, puede aplicarse a otros muchos alimentos como los cereales, las legumbres, la sal, la harina, sémola, cus-cus... y tantos otros ingredientes más o menos habituales en la cocina y que deben ser utilizados en una determinada cantidad.

La semana que viene obtendrá además la patente de este mismo dosificador pero aplicado a la pasta larga, para lo cual tuvo que crear un artilugio distinto debido a las distintas características morfológicas de estos alimentos.

Una vez obtenidas las dos patentes, Antonio iniciará la verdadera lucha, la de encontrar un comprador para su invento.

Evidentemente, se dirigirá a empresas de distribución y fabricación de este tipo de productos. Asegura que para estas compañías sólo supondrá un coste adicional de tres céntimos el introducir el dosificar en los clásicos envases que hasta ahora se han venido usando.

Incluso su fabricación es cómoda y rápida. Antonio asegura que se pueden producir hasta un millón de envases en unas pocas horas.

Tras haber sido premiado en Suiza por esta creación, ahora empieza la última fase de este proceso que dio inicio hace ocho meses con la producción del cómodo artilugio para el arroz y cuatro meses para el de la pasta.

No es la primera vez que este valenciano idea un instrumento y logra colocarlo en el mercado. En los años 90 inventó una jeringuilla desechable (de un solo uso) que vendió a un grupo de empresarios madrileños y que le ha estado reportando beneficios hasta hace solo dos años. Pero la mayor satisfacción es saber qué gracias a este instrumento se logró luchar contra el contagio de enfermedades como el SIDA.

Además, cuenta también con otro instrumento denominado «Easy Spa», que consiste en una especie de compuertas que se sitúan en estos recintos acuáticos, cada vez más comunes, y que sustituyen a las peligrosas escaleras, que generan multitud de accidentes, sobre todo entre la gente más mayor. De momento esta idea no ha logrado introducirse en el mercado, y Antonio está centrado al cien por ciento en el patentado con el nombre de «Dispositivo dosificar de productos en polvo o grano».