Comunitat Valenciana
La alianza de izquierdas tiembla en Valencia
El PSPV da por rotas las negociaciones con Compromís para elegir presidente y formar gobierno de la Generalitat, según un comunicado.
A media mañana de ayer el PSPV anunciaba la suspensión de las negociaciones con Compromís. El secretario de Organización de la formación socialista, Alfred Boix, confirmaba el anuncio en una comparecencia: «Yo no he dicho ruptura, pero usted puede decirlo», respondía a los periodistas. Era su manera de dar a entender que podría no haber vuelta atrás. Boix admitió que a los socialistas se les ha agotado la paciencia y acusaba a la formación que lidera Mónica Oltra de haber sido demasiado avariciosa.
La gota que colmó el vaso fueron las descalificaciones realizadas el lunes por uno de los negociadores de Compromís, Pasqual Mollà, tras una reunión en la que, paradójicamente,anunciaron que habían consensuado las bases comunes de ambas formaciones y de Podemos para conformar una mayoría suficiente de cara a un nuevo Gobierno.
Mollà defendió la legitimidad de que Oltra ostente la presidencia de la Generalitat atacando sin piedad al PSPV. Dijo que no tendrían credibilidad para negociar un nuevo modelo de financiación porque fue el PSOE quien aprobó el sistema actual, y tampoco para defender la eliminación del copago porque la Ley de Dependencia proviene de un Gobierno socialista y menos aún para prohibir las puertas giratorias. «La mejor alternativa es Oltra, y no es una cuestión personal, es de credibilidad política».
Estas afirmaciones, unidas a la teoría que defiende que a los socialistas no les va a beneficiar de cara al futuro una alianza con Compromís y Podemos, han acabado por hacer inviable este pacto de izquierdas. Esta corriente teme que este tándem de socios consiga fagocitar la ya menguada bolsa de votantes del PSPV en la Comunidad Valenciana.
Boix insistía en que el PSPV no quería hacer con esta declaración una demostración de fuerza, sino que el anuncio era fruto de una decisión muy meditada. «Nos sentimos insultados», insistían desde el partido. Aun así, se resistían en dar el pacto por imposible. «Estamos esperando a que Compromís decida si quiere llegar a un acuerdo con Ximo Puig como presidente».
Sin embargo, al mismo tiempo recordaban que este tripartito no es la única opción para acceder al Gobierno. Existe otra vía, que ya está iniciada, y en la que Ciudadanos juega un papel fundamental. Con sus votos y la abstención del PP, Puig podría conseguir la presidencia de la Generalitat. Además, Ciudadanos ya ha dicho que no quiere entrar en el Gobierno. La opción del tripartito les restaría fuerza. Podemos ha dicho que no quiere entrar en un Consell presidido por Puig, pero sí tendría que compartir consejerías con Compromís, tarea nada fácil.
En cualquier caso, Compromís no dio mucha importancia a este ultimátum. El autor de las citadas declaraciones, lejos de dar marcha atrás, advertía a los socialistas de que se equivocan si pretenden hacer una «especie de prueba de fuerza». Es más, en declaraciones a Efe les recordó que las cosas han cambiado y que «el diálogo abierto y transparente, sin tapujos y la paciencia» forman parte de los nuevos tiempos abiertos tras las elecciones, por lo que no comparte «sus salidas de tono».
Volvió a defender que Oltra debe ser la presidenta de un Consell donde Puig tendría un papel «muy protagonista» y podría ejercer una influencia «muy importante». Así, lamentó que la única respuesta del PSPV es que Puig «debe ser presidente sin plantear nada más».
Esta falta de sintonía entre ambas formaciones no se circunscribe al ámbito autonómico, sino que afecta al principal Ayuntamiento de la Comunidad. A pesar de que el pasado viernes el portavoz socialista en el Cap i Casal, Joan Calabuig, y su homólogo de Compromís, Joan Ribó, acordaran dar a éste último la alcaldía de Valencia, la ruptura política de Oltra y Puig deja en el aire el futuro del Gobierno local que, por el empecinamiento de la izquierda, podría acabar en manos de Ciudadanos o, incluso, volver a las de Rita Barberá. Estos dos, por su parte, mantuvieron una «cordial reunión» en el que trataron posibles alianzas y estrategias para convencer a los socialistas de que retiren el apoyo a Compromís en beneficio de las formaciones de derechas.
Los ayuntamientos deben constituirse este sábado, así que los pactos deberán estar resueltos como muy tarde el viernes. Hasta entonces, todos los partidos con opciones a formar Gobierno en Valencia juegan una partida cargada de faroles.
Ayer, el PSPV condicionaba su apoyo a la investidura de Ribó a que haya un acuerdo global en otros municipios de la Comunidad, como, por ejemplo, los valencianos de Gandía y de Torrent. Turno ahora de Compromís.
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