
Valencia
La falta de preparación de los socorristas y la poca precaución de los bañistas, principales causas de los ahogamientos
La Comunitat Valenciana se encuentra a la cabeza en número de víctimas mortales por ahogamientos en julio

La Comunitat Valenciana se encuentra a la cabeza en número de víctimas mortales por ahogamientos en julio
«Muere ahogada una bañista de 82 años en la playa Sur de Peñíscola»; «Una mujer muere ahogada en una piscina de Carlet»; «Muere un hombre ahogado en Santa Pola». Estos son algunos de los titulares que se publicaron el pasado mes de julio en el que, de las 94 personas fallecidas por ahogamiento en España, 16 lo hicieron en la Comunitat, situándose esta como la número uno en muertes por esta causa.
Según David Montequín, coordinador de playas de Valencia, «el hecho de que seamos la comunidad líder en este tipo de muertos se debe a los kilómetros de playa que tenemos en la Comunitat y el número de turistas que llegan a ellas. La afluencia que hay aquí no es la misma que la que pueda tener Murcia o La Coruña», afirma el experto.
A ello, Salvador Perelló, responsable de formación de la Federación de Salvamento y Socorrismo de la Comunitat, añade el hecho de que «no tenemos una reglamentación específica para playas en la que se dicte cuáles son los servicios mínimos de salvamento como tiene, por ejemplo, Baleares». Eso genera que cada ayuntamiento destine el presupuesto que considera para la vigilancia de su costa, teniendo en cuenta factores como «la afluencia de bañistas y su peligrosidad», lo que provoca que incluso algunos consistorios no destinen ninguna partida presupuestaria para salvamento, como es «el caso de las playas de Massalfassar, Massamagrell, Alboraya o la Patacona».
Además, advierte de que «tampoco hay un ningún tipo de control sobre la formación de los socorristas que trabajan en las playas», y que «la gente no tiene cultura de la precaución, no respeta las banderas o los consejos del socorrista.
Perfil del ahogado
Respecto a cuál es el perfil del ahogado, Perelló indica que, en las piscinas particulares, las víctimas suelen ser niños pequeños, mientras que en las playas el perfil suele ser el de un varón de entre 45 años y 73 años.
Por lo que respecta a las principales causas, Montequín explica que muchas de estas personas no mueren por ahogamiento, sino que sufren patologías previas, «como problemas de corazón o respiratorios», que se vuelven mortales al entrar a la playa, al provocar que, por ejemplo, «les cueste más de lo normal volver a la costa, o incluso por el propio esfuerzo que hacen al nadar».
Pero, independientemente de la edad de los fallecidos, ambos expertos coinciden en que la mayoría de ahogados muere al bañarse en una zona no vigilada, como pantanos o ríos, o en el momento en el que el horario laboral de los socorristas había finalizado.
Consejos para el baño
Para prevenir estas situaciones, aconsejan disfrutar del baño en zonas vigiladas, hacer caso de las banderas, nunca bañarse solo, y nadar siempre en paralelo a la costa si nos encontramos en la playa.
Asimismo, advierten de que si se observa que alguien se está ahogando en la costa, «no intentemos ir a rescatarle, sino que le lancemos algo que flote» para, a continuación, llamar a los servicios de socorrismo si se encuentran operativos o marcar el número 112.
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