Comunitat Valenciana

La Generalitat ha recibido 2.000 millones de anticipos en dos años

Puig reclamó el pasado lunes 1.500 millones de adelanto de la liquidación de 2016

El conseller de Hacienda, Vicent Soler, en una imagen tomada recientemente
El conseller de Hacienda, Vicent Soler, en una imagen tomada recientementelarazon

Puig reclamó el pasado lunes 1.500 millones de adelanto de la liquidación de 2016

La Generalitat valenciana ha recibido durante los últimos dos años un total de 1.981 millones de euros en anticipos tanto del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) como de las liquidaciones de ejercicio anteriores. Así lo explicaron fuentes de Delegación del Gobierno, después de que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, reclamara la semana pasada que se adelanten los 1.500 millones de euros correspondientes a la liquidación de 2016.

Esta partida suele transferirse durante el mes de julio, pero Puig reclamó que se ingrese de inmediato, o de lo contrario no podrán pagar a los proveedores valencianos. El jefe del Consell realizó esta petición después de que el Ministerio de Hacienda informara al Gobierno valenciano de la imposibilidad de ingresar 353 millones de euros de las entregas a cuenta del sistema de financiación, debido a la prórroga de los Presupuestos Generales del Estado.

No obstante, desde la Delegación de Gobierno recordaron que durante 2016 y 2017 la Generalitat ha percibido los anticipos cada vez que así lo ha solicitado. En concreto, en 2016 recibió 581 millones a cuenta de la liquidación de 2014, más otros 136,7 del FLA. Durante el año pasado, la Comunitat percibió 494 por la liquidación de 2015 y 769 millones como anticipos del FLA.

Estos adelantos de dinero son una forma de hacer frente a desfases transitorios de tesorería como consecuencia de las diferencias de vencimiento de los pagos e ingresos derivados de la ejecución de sus presupuestos. El Gobierno tramita estas peticiones de cada autonomía, que debe justificar los problemas de tesorería que provocan la solicitud.

Desde el Gobierno recordaron también que la situación financiera del Consell ha mejorado mucho en los dos últimos años -a pesar de que todavía no se ha modificado el sistema de financiación autonómica. El Gobierno del Botánico, señalaron estas fuentes, ha tenido en estos dos últimos años 2.000 millones más que el último Consell del PP debido al aumento de ingresos pero también a los menores gastos financieros a los que debe hacer frente el Botànic gracias a las medidas adoptadas por el Gobierno quien asume los intereses y vencimientos bancarios del Consell.

Además, el Ejecutivo central paga a los proveedores de la Generalitat a través de los mecanismos extraordinarios de liquidez. Entre 2016 y 2017 el Consell ha recibido, según fuentes del Gobierno, una inyección de más de 13.700 millones de euros, un balón de oxígeno con el que afrontar las deuda y el gasto social.

El delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues, rechazó el «chantaje» realizado por Puig y pidió a los partidos del Consell que dejen de lado sus intereses partidistas y antepongan los intereses de los valencianos para negociar los Presupuestos Generales del Estado y que los ingresos e inversiones comprometidos no se pongan en juego. Asimismo, garantizó que los proveedores de la Generalitat van a seguir cobrando gracias a la inyección del Gobierno.

Una decisión aprobada por todo el Consell

La semana pasada el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, anunciaba que tomaría medidas contundentes a lo largo de este mes con el fin de lograr mejorar la situación financiera de la Comunitat. Y así lo hizo. El pleno del Consell del pasado viernes aprobó solicitar de manera formal al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, el adelanto de los 1.500 millones de euros de la liquidación de hace dos años. La Generalitat reclama asimismo que el Gobierno cumpla con su compromiso de modificar el sistema de financiación autonómica, que debería haber sido reformado durante el año pasado. Puig lamenta que desde el Gobierno de Mariano Rajoy se justifique con el problema catalán el retraso en solucionar el problema de la falta de recursos para las autonomías.