La Generalitat inyecta 50 millones en la T2 para que circule el metro antes de 2023

Seis años después de que se paralizaran las obras (con un coste hasta aquel día de 200 millones de euros) la Generalitat Valenciana ha decidido retomar el proyecto y desbloquear la línea T2 de metro en Valencia. Lo hará gracias a 30 millones de fondos europeos y a otros 20 que saldrán de las arcas autonómicas. En total, 50 millones de euros que servirán para acometer el tramo entre la calle Alicante (en el centro de la ciudad) y L’Oceanogràfic.

El presidente Ximo Puig anunció también que el plan es que el primer convoy circule por este tramo antes de 2023 (condición indispensable que impone la Unión Europea).

La segunda fase en la que se unirá L’Oceanogràfic con el barrio de Nazaret tendrá que esperar.

La consellera de Obras Públicas, María José Salvador, aclaró que para acabar en su totalidad la línea T2 hacen falta 172 millones de euros, y lo que se va a hacer ahora es acometer una primera fase, dotada con 50 millones de euros, en la que hay que empezar «de cero».

DUDAS SOBRE LOS FONDOS

No obstante, la reprogramación de fondos europeos ha sido puesta en tela de juicio por la oposición. Así, tras conocer la noticia, el portavoz de Infraestructuras del grupo popular en Les Corts, Alfredo Castelló, anunció que pedirá al Consell información detallada esta operación y los criterios que han llevado a ello.

Señaló que su partido estará «vigilante» ante cualquier movimiento que suponga que otras partidas y actuaciones «se puedan ver afectadas y si estas pueden acarrear un perjuicio» para los ciudadanos de la Comunitat.

Los que también le ponen peros al proyecto son los residentes en los barrios afectados. El presidente de la Asociación de Vecinos de Nazaret, Julio Moltó, calificaba de «mala noticia» el hecho de que el metro tardará en llegar a esta zona. Por ello invitó a Puig, a «rectificar» para que la línea concluya en el mercado de Nazaret, donde está programada.

Recordó que el proyecto del PP «también dejaba la T2 en la Ciudad de las Artes y las Ciencias» y fue la presión vecinal la que hizo que se alargara hasta el mercado de Nazaret.