Moda
La pasarela del «glamour» francés
La Valencia Fashion Week «no tira la toalla» y aguanta pese a la crisis La próxima edición, en la Plaza de Toros
El director de la Valencia Fashion Week, Álex Vidal, ha decidido coger la crisis por los cuernos, nunca mejor dicho, y buscar nueva ubicación para la edición del mes de septiembre. Para ello, firmará en pocos días un convenio con la Diputación de Valencia para instalar una enorme carpa en la Plaza de Toros y conseguir así «traer la pasarela al centro de la ciudad, tal y como se hace en otros lugares como París y Milán». Pero además, se ha lanzado al ruedo y «no ha tirado la toalla» para organizar un décimo cuarta edición, la que se celebrará en el palacio de la Exposición entre el 7 y el 9 de febrero, donde recuperar el espíritu de la Alta Costura y del «glamour» francés.
En este emplazamiento, cedido por el Ayuntamiento, el aforo se reduce. De los mil asistentes que llenaban el Ágora se han pasado a los 300 que caben en el primer piso de este monumento modernista. No obstante, se ha creado una zona «chill-out» para poder ver los desfiles mientras se charla y se toma una copa.
Pero la mala situación por la que atraviesa la pasarela, a la que la Administración le debe 630.000 euros, no le ha impedido congregar a los más granado de la moda valenciana. Entre los platos fuertes de esta edición, que presentara las colecciones para el Otoño- Invierno 2013-2014, se encuentran Miguel Vizcaíno, Gabriel Seguí, Lucía Botella, Javier y Javier, Bibian Blue, Encarnis Tomero, Amparo Chordá, Alejandro Resta o Juan Andrés Mompó, diseñador que cerrará la edición.
Además, la zona D acogerá a jóvenes creadores y la firma Shirt by Siemprevivas realizará una puesta artística de sus diseños el 1 de marzo.
Esta será la primera vez que Vidal, director del certamen, no desfile en la mayor fiesta de la moda valenciana. El modisto, que sabe lo complicado que es organizar un desfile, ha decidido destinar sus esfuerzos a promocionarse en el mercado internacional.
«Modelos patrocinadoras»
Modelos destacadas como Marta Ortiz, Axelle Balvay, Silvija o María Martí se han convertido en «patrocinadoras improvisadas» de la VFW, ya que muchas de ellas van a trabajar por algo más de cien euros al día, cuando antes llegaban a cobrar hasta 1.500 euros por desfile.
Y no serán las únicas que trabajen por «amor a la moda». El equipo de montaje de esta edición no recibirá compensación económica.
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