Comunitat Valenciana
La patronal intenta sobrevivir dando entrada a las empresas privadas
Alicante y Castellón dieron el visto bueno a los nuevos estatutos, en los que las provincias pierden peso
Alicante y Castellón dieron el visto bueno a los nuevos estatutos, en los que las provincias pierden peso
La cara del presidente de la patronal autonómica (Cierval), José Vicente González, lo decía todo. Mostraba satisfacción y alivio tras meses de batalla con las provinciales de Alicante y Castellón para encontrar una manera de sacar adelante a la organización. Ayer finalmente ambas entidades (la provincial de Valencia ha estado de acuerdo desde el principio) dieron el visto a los nuevos estatutos de la patronal autonómica.
En los mismos se establece que el 30 por ciento de la Asamblea de Cierval se repartirá entre las tres provinciales, un diez por ciento para cada una. El 40 por ciento queda reservado para organizaciones sectoriales, colegios profesionales y para las propias provinciales, que pueden estar también presentes en esta facción, nunca sobrepasando el 30 por ciento del total de la representatividad.
El 30 por ciento restante de la Asamblea se destinará a las empresas privadas. Y es aquí donde reside realmente el cambio más importante, puesto que es gracias a las cuotas de las compañías que la patronal espera aumentar sus ingresos y salir de una situación que le podría llevar al concurso de acreedores.
«Es poco probable que esto suceda», dijo González, aunque tampoco descartó la opción. Preguntados por si se podría producir un trasvase de empresas privadas desde la Asamblea de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) a Cierval, el presidente de la primera, Salvador Navarro, explicó que él no puede impedir que esto suceda. La pérdida de estas cuotas a la CEV se compensaría con una mayor aportación de los fondos públicos obtenidos de la Generalitat por Cierval.
La autonómica asumirá la estructura técnica y administrativa de las tres provinciales, quedando entre 20 y 22 trabajadores en la primera y dos o tres en cada provincial. Prácticamente es una fusión, aunque los implicados se negaron a denominarlo de esta manera.
Sobre qué ingresos se esperan obtener mediante este nuevo sistema de funcionamiento, Navarro indicó que la CEV logra entre 500 y 600 mil euros de las empresas privadas al año, por lo que la patronal podrá obtener mucho más. González previó que se obtengan los tres millones de euros al año entre las cuotas de las empresas y los fondos procedentes de la Generalitat.
Las sedes de las organizaciones, eso sí, se mantienen, exceptuando la de Coepa, la organización alicantina, que será embargada por el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF). Esta provincial ha sido una de las que ha causado más quebraderos de cabeza a Cierval y a la CEV. Coepa se encuentra en concurso de acreedores y habría sido liquidada de no haberse aprobado ayer por Cierval y las otras provinciales una quita del 95 por ciento de la deuda contraída con la matriz.
González anunció que el próximo 20 de diciembre se celebrará la Asamblea de Cierval en la que se aprobará definitivamente la nueva estructura, que empezará a funcionar a principios del año que viene.
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